Google es sinónimo de Internet, no obstante, la relación entre la compañía y su navegador web Google Chrome podría estar en jaque después de que la justicia de EEUU dictaminara que la empresa había abusado de su posición dominante en el mercado creando así un monopolio ilegal.
Para acabar con este, el departamento de justicia ideó un plan que consistía en desmantelar y separar las diferentes partes de Google, con el objetivo de que no solo fuera la misma empresa la que se lleva todo el pastel. Como parte de este plan, entraba la orden de que la compañía se desvincule de Chrome, algo sin precedentes y que sin duda marcaría un antes y un después en la historia de Internet.
Para conocer la magnitud de las consecuencias, nos hemos puesto en contacto con Javier F. Saavedra, global general manager’ en t2ó ONE, para que nos dé su visión sobre las consecuencias si llega a producirse la venta de Chrome.
La potencial venta del negocio de Chrome no debería tener un impacto demasiado grande para los usuarios a corto plazo, ya que la empresa compradora seguiría potenciando su uso entre los consumidores. No obstante, sí podría suponer un potencial riesgo a medio y largo plazo porque Google tiene un alto potencial de desarrollo de aplicaciones y herramientas, es líder de la inteligencia artificial con OpenAI, y por tanto Chrome podría perder el tren de la innovación en 2-3 años.
i EEUU obligara a vender Chrome a Google tendría un efecto global ya que el navegador es líder en prácticamente todos los mercados internacionales. Google se juega mucho con esta decisión que tendría impacto directo en su negocio principal, la publicidad digital.
Hay muchos factores implicados. Por un lado el precio. Chrome tiene más de 3 billones de usuarios y algunas estimaciones de valor apuntan a un valor de unos 15.000 millones de dólares. Por otra parte, el comprador no podría ser una gran empresa tecnológica porque volvería a reforzar posiciones de dominio que es lo que el Departamento de Justicia americano está tratando de evitar.
Por tanto debería ser una empresa tecnológica, con negocios adyacentes al marketing digital pero que no sean líderes en sus categorías. Este argumento nos forzaría a descartar a Microsoft, Meta y Apple. Algunas fuentes apuntan a posible conglomerados de empresas tecnológicas americanas que reforzarían la posición de EEUU en el panorama internacional.
A esta opción, yo añadiría posibles candidatos del entorno de la analítica digital como Adobe o empresas de la electrónica de consumo como HP o Dell. Por último no sería descartable a Amazon porque, a pesar de ser líder en el e-commerce, no tiene un rol tan dominante en el entorno de la publicidad digital.
Para Google tendría un impacto muy alto. Gran parte de la inteligencia de datos que Google explota en el entorno de la publicidad digital (personalización, targeting, etc) es adquirida gracias al navegador que utilizamos. Con Chrome Google puede rastrear las webs y los contenidos que consumimos y por tanto conocer nuestros gustos y preferencias.
El impacto respecto a la privacidad es difícil de anticipar porque dependería del potencial comprador y el uso que hiciese del mismo. Google sí ha demostrado una alta sensibilidad a la privacidad de los usuarios en cuanto a no compartir información con terceras partes. Por ello, el impacto en este entorno dependerá de quien lo comprase en caso de suceder.
Las futuras prestaciones de Chrome en caso de ser vendido dependerá mucho del comprador. A Google le seguirá interesando tener una integración excelente con Chrome para potenciar el uso de sus servicios (Gmail, Drive, Google Maps, etc). No obstante, la compra por parte de un competidor como Amazon por ejemplo generaría movimientos y evoluciones de servicio en aras de debilitar la posición de Google en el negocio publicitario.
Yo considero que sí lo deberíamos. No sólo por el potencial impacto en el producto y por tanto en nuestra experiencia en la navegación por internet, sino también como consumidores que quieren el mejor servicio y que ese servicio sea prestado en libre competencia por la empresa con la mejor capacidad tecnológica.
La carrera, en mi opinión, debe ser ganada desde el producto y no desde los tribunales. Google ha conseguido, después de muchos años de inversión, ofrecer la mejor de las opciones. El esfuerzo de todos nosotros para utilizar un navegador diferente de Chrome se reduce a un click para utilizar Safari, Firefox o Microsoft Edge. Si usamos Chrome es porque es el mejor producto y porque Google se lo ha ganado. En el entorno tecnológico la libre competencia es la genera avance e innovación.
