Un equipo de científicos ha desarrollado una IA no invasiva capaz de traducir la actividad cerebral de una persona en un flujo de texto que podría ayudar a personas que han perdido la capacidad de comunicarse físicamente.
Un equipo de científicos ha desarrollado un sistema de IA no invasivo que puede traducir la actividad cerebral de una persona a texto.
Este sistema, que lleva por nombre decodificador semántico, podría ayudar a personas que han perdido la capacidad de comunicarse físicamente después de sufrir un derrame cerebral, parálisis u otras enfermedades degenerativas.
Los investigadores de la Universidad de Texas han desarrollado el sistema usando un modelo transformador, que es similar a los que admite el chatbot Bard de Google y el chatbot ChatGPT de OpenAI, tal y como cuentan en Nature Neuroascience, publicación de la que se hace eco CNBC.
Los participantes del estudio entrenaron al decodificador escuchando varias horas de podcast dentro de un escáner fMRI, una gran pieza de maquinaria que mide la actividad cerebral. ¿Lo mejor? El sistema no requiere ningún tipo de implante quirúrgico.
Con este entrenamiento, la IA es capaz de generar un flujo de texto cuando la persona está escuchando o imaginándose una historia en su cabeza.
Hay que dejar claro que el texto que proporciona la IA no es una transcripción exacta, sino que los investigadores lo diseñaron con la intención de capturar pensamientos o ideas generales.
El sistema produce texto que coincide de manera cercana o precisa con el significado previsto de las palabras originales del participante alrededor de la mitad de las veces, revela el comunicado de prensa.
Por ejemplo, cuando un participante escuchó las palabras Todavía no tengo mi licencia de conducir durante un experimento, los pensamientos se tradujeron a Ella ni siquiera ha comenzado a aprender a conducir todavía.
Para un método no invasivo, se trata de un verdadero salto adelante en comparación con lo que se ha hecho antes, que suele consistir en palabras sueltas o frases cortas, afirma en el comunicado Alexander Huth, uno de los responsables del estudio.