Demanda. Ciudadanos exigieron la renuncia de la mandataria, nueva Constitución Política y el cierre del Congreso. También elevaron su voz contra un régimen que califican de dictadura.
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Gobierno de Dina Boluarte prorroga estado de emergencia en Puno
En las calles. Los manifestantes volvieron a insistir en la dimisión de Boluarte. Señalaron su gobierno como dictadura. Foto: Paolo Zegarra-URPI/ La República
Distintas organizaciones sociales y ciudadanos de Lima, Callao, Ayacucho, Junín, entre otros, se movilizaron para expresar su rechazo al Gobierno de Dina Boluarte y exigir el adelanto de elecciones, una nueva Constitución y también el cierre del Congreso.
Recordando que hace 31 años, un 5 de abril de 1992, Alberto Fujimori dio un autogolpe para dar inicio a un gobierno dictatorial, los manifestantes identificaron a Fujimori y Boluarte como dictadores.
“¡Fujimorismo, nunca más! y ¡fuera, Dina!” se leía en una banderola chalaca donde se destacaban las imágenes de ambos personajes.
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También señalaron la existencia de lo que calificaron como Estado genocida y fascista, en razón de la muerte de cerca de 60 personas durante las protestas sociales de diciembre del 2022 y enero del 2023. Algunas fotografías de los caídos fueron exhibidas con crespones negros.
Los reclamos de los marchantes también tuvieron que ver con la salida del cargo de Patricia Benavides como fiscal de la Nación. “¿Cuánto te costaron tus títulos?”, escribieron en una pancarta. Esto, debido a que no se encuentran las tesis académicas con las que la magistrada obtuvo los títulos de maestra y doctora en la Universidad Alas Peruanas.
En esta marcha se vio a feligreses de Iglesias evangélicas. Ellos dijeron que se solidarizaban “con los hermanos” de las distintas regiones que perdieron la vida en las protestas.
Empatía. Evangélicos se solidarizaron con familias de víctimas. Foto: Paolo Zegarra-URPI/La República
“¡Dina, renuncia ya! No matarás” era el mandato fijado en el cartel que llevaban.Maruja Iquía
Sucasaca, de la región Puno, quien se presentó como activista ambiental y no dirigente, calificó a la presidenta Dina Boluarte como usurpadora.
“Dina Boluarte, para todos los que estamos en pie de lucha, es una usurpadora; y una usurpadora no puede estar en el poder. Nuestra lucha es firme, estamos más unidos que nunca, el pueblo está indignado y eso se tiene que respetar”, declaró tras indicar que no tienen dirigentes y que esta lucha la encabeza el pueblo.
La ciudadana puneña insistió en que el país está ante una dictadura y que los derechos de la población están siendo conculcados.
Respaldada por mujeres manifestantes, Maruja Iquía afirmó que la lucha contra Boluarte es firme y que el sur y todo el Perú volverán a la capital en lo que, dijo, sería la tercera toma de Lima.
“Vamos a luchar hasta que se vaya Dina Boluarte del Gobierno, hasta que se cierre este Congreso. No vamos a parar hasta meter presas a Dina Boluarte y a Patricia Benavides. No nos representan. Vamos a luchar por la democracia, eso lo tiene claro el sur”, aseveró.
Los manifestantes, que partieron del campo de Marte, pidieron la restitución de Castillo como presidente de la República. Alegaron que fue vacado sin respetar el reglamento y que, de haberlo hecho, ellos hubieran respetado la decisión.
Los protestantes también se movilizaron para exigir justicia por los fallecidos durante las marchas en contra del Gobierno. Foto: Paolo Zegarra – La República.
Los protestantes también se movilizaron para exigir justicia por los fallecidos durante las marchas en contra del Gobierno. Foto: Paolo Zegarra – La República.
La dictadura que se inició el 5 de abril de 1992
Mediante un mensaje a la nación, Alberto Fujimori anunció el 5 de abril de 1992 la disolución del Congreso, la intervención del Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal Constitucional y el Ministerio Público. Alegó que el Congreso era obstruccionista y que había corrupción en los entes judiciales. Lo hizo con el respaldo de las Fuerzas Armadas.
Empezó una dictadura en la que se cometieron graves violaciones de derechos humanos, uno de los mayores desfalcos del Estado y corrupción sistemática.
Fuente: La República
