Estados Unidos despliega un submarino de propulsión nuclear en Asia Occidental para apoyar su Quinta Flota, con base en Baréin. El comandante Timothy Hawkins, vocero de la Quinta Flota de la Armada estadounidense, con base en Baréin, ha anunciado este sábado que el submarino de misiles guiados USS Florida llegó a la región el jueves y pasó por el Canal de Suez el viernes.
“Tiene capacidad para transportar hasta 154 misiles de crucero de ataque terrestre Tomahawk y está desplegado en la 5ta Flota”, ha dicho Hawkins.
El portavoz ha justificado el despliegue de un submarino de propulsión nuclear en la región alegando que es para “ayudar a garantizar la seguridad y estabilidad marítima regional”.
Esto ha ocurrido después de que la Armada de EE.UU. trasladó un buque de guerra en el mar Mediterráneo a la costa cerca de Siria después de que aumentaran las tensiones entre Teherán y Washington por los ataques mortales contra asesores militares iraníes en Siria. El representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani, advirtió el lunes que la República Islámica tomará “medidas decisivas” para proteger sus fuerzas e intereses en Siria contra cualquier amenaza planteada por Estados Unidos u otros. Entre otras áreas, la Quinta Flota de la Armada estadounidense patrulla el crucial estrecho de Ormuz, a la estrecha boca del Golfo Pérsico, zonas en que Irán ve su seguridad como línea roja y advierte que sus Fuerzas Armadas monitorean cualquier movimiento de los buques enemigos en estas aguas estratégicas. En este sentido, un portavoz de la Armada estadounidense en Baréin se negó a proporcionar más detalles sobre la misión o especificar si el submarino se dirigía al Golfo Pérsico, ya que ello contravendría los protocolos de seguridad operativa, según el portal estadounidense Bloomberg. Asimismo, el despliegue se produce en medio de preocupaciones en Estados Unidos sobre una pérdida de influencia en la región, con una creciente cooperación entre países aliados de Washington como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) con sus enemigos regionales e internacionales, como Rusia, China, Irán y Siria.