El buque-base avanzado iraní Makran en aguas internacionales
“Pese a que los estadounidenses se hallan a 12 millas de nuestras aguas, están aterrorizados por la presencia de la flota naval del Ejército de la República Islámica de Irán en el océano Atlántico, que está a 5000 millas respecto a ellos, y este temor se debe al hecho de que la presencia de Irán destroza la superioridad de EE.UU. [en esa región]”, ha sostenido este domingo el comandante de la Fuerza Naval del Ejército de Irán, el contralmirante Hosein Janzadi.
En declaraciones pronunciadas en una entrevista televisada, la autoridad de alto rango castrense ha dejado en claro que la presencia de Irán en el océano Atlántico es una respuesta a la afirmación de EE.UU. de que la República Islámica nunca podrá estar presente en esa región.
“Dado que los países africanos que bordean el océano Atlántico no tienen Armada y no se consideran una amenaza para EE.UU., y los países europeos tampoco representan una amenaza, pues la presencia de la República Islámica en esta zona, que se basa en la lucha contra la opresión, es motivo de preocupación para los estadounidenses”, ha aducido el comandante iraní.
El jefe del Ejército iraní enfatiza que la presencia de embarcaciones de Irán en el océano Atlántico ha atemorizado a Israel y Estados Unidos.
Janzadi ha señalado, además, que Irán está probando las capacidades navales de su Armada durante la travesía de sus barcos rumbo al Atlántico y esto se considera un “paso significativo” para la Fuerza Naval del país persa.
Irán anunció en junio la llegada al océano Atlántico de una escuadra de su Armada, compuesta por el destructor Sahand y el buque-base avanzado Makran, sin atracar en puertos extranjeros, un hito que se llevó a cabo por primera vez.
Makran, de acuerdo con las autoridades iraníes, es una base marítima que contiene todos los equipos y dispositivos necesarios para llevar a cabo operaciones en cualquier parte del Atlántico.
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En los últimos años, la Fuerza Naval iraní ha incrementado su presencia en las aguas internacionales para velar por la seguridad de las rutas navales, en peligro por los ataques piratas, y para enfrentar a los barcos estadounidenses que violan repetidamente la soberanía de las aguas jurisdiccionales de Irán, especialmente en el Golfo Pérsico.