Los Angeles Lakers despedazaron este viernes a los Memphis Grizzlies (125-85), se clasificaron para las semifinales del Oeste (4-2) y, tras un comienzo de temporada que apuntaba a un fracaso estrepitoso, son ahora un equipo renacido y ferozmente competitivo que se ha ganado el derecho a soñar en los playoff. Por su parte, los Sacramento Kings lograron una gran victoria en la pista de los Golden State Warriors (99-118) para forzar un séptimo y definitivo partido.
Casi nadie se imaginaba en Los Ángeles que los Lakers de LeBron James, que empezaron el año con un ridículo 2-10, estarían a finales de abril vivos, con el viento a favor y esperando rival en las semifinales del Oeste, que saldrá del séptimo encuentro entre los Kings y los Warriors.
La muy meritoria resurrección de estos Lakers se dio gracias a varios ingredientes. Así, la salida del polémico Russell Westbrook, los fichajes de piezas clave (D’Angelo Russell, Rui Hachimura, Jarred Vanderbilt…) y el paso adelante de Austin Reaves fueron fundamentales para dotar de apoyo a un LeBron y a un Anthony Davis por fin recuperados de sus problemas físicos.
Con un 18-8 desde el cierre del mercado de fichajes y ‘play-in’ mediante, a los Lakers (séptimos del Oeste) les tocó en la primera ronda los Grizzlies de Ja Morant (segundos).
Pero los de púrpura y oro silenciaron el descaro, la rabia y la juventud de Memphis a lo largo de toda la serie y especialmente este viernes con una noche mágica en la que fueron una apisonadora de principio a fin.
D’Angelo Russell (31 puntos con un apabullante 12 de 17 en tiros y 5 e 9 en triples), Davis (16 puntos, 14 rebotes y 5 tapones) y LeBron (22 puntos con 9 de 13 en intentos a canasta) lideraron a unos Lakers que ya ganaban de 36 puntos en el tercer cuarto. Los locales deslumbraron con un 53,8 % en tiros y su impresionante defensa quebró la ofensiva visitante (30,2 %).
Casi nadie se salvó en estos decepcionantes y sobrepasados Grizzlies: Morant se estrelló con 10 puntos (3 de 16 en tiros), Desmond Bane solo metió 15 tantos (5 de 16), Jaren Jackson Jr. se quedó en 14 (3 de 12) y el controvertido Dillon Brooks tan solo aportó 10 (4 de 11).
El español Santi Aldama fue de lo poco digno de Memphis y terminó como máximo anotador de su conjunto con 16 puntos y 5 rebotes.
A esta velada con mayúsculas en la meca de Hollywood acudieron famosos como Adele pero sobre todo destacaron dos espectadores: Jack Nicholson, eterno fan de los Lakers y que no iba al estadio desde hace octubre de 2021; y un Kyrie Irving que animó aún más los rumores sobre una hipotética llegada a esta franquicia.
Con todo en contra y en un duelo sin margen de error, los Sacramento Kings lograron este viernes una enorme victoria en la pista de los Golden State Warriors (99-118) para forzar un séptimo y definitivo partido que se disputará el domingo en Sacramento (3-3 en la serie).
Pese a perder el factor cancha el miércoles, estos jóvenes y sorprendentes Kings saltaron a este sexto encuentro en San Francisco sin complejos y derrotaron con admirable solvencia a los vigentes campeones de la NBA, que tendrán que volver a ganar a domicilio para no caer eliminados en la primera ronda del Oeste.
Malik Monk, con 28 puntos y 6 rebotes puntos saliendo del banquillo, y De’Aaron Fox, con 26 puntos y 11 asistencias pese a jugar todavía con un dedo fracturado, comandaron el triunfo de unos Kings en los que Domantas Sabonis tuvo muchos problemas de faltas y acabó expulsado (7 puntos y 11 rebotes en 23 minutos).
Stephen Curry (29 puntos) y Klay Thompson (22 tantos) se quedaron muy solos en unos Warriors que solo metieron 10 de 32 en triples y que tuvieron una pobre actuación de sus escuderos (Jordan Poole acabó con 7 puntos y un terrible 2 de 11 en tiros).