La Unión Europea está poniendo nuevos límites a las exportaciones e inversiones chinas debido en parte a su postura sobre el conflicto ucraniano. Estas medidas, que están adoptando principalmente Alemania e Italia, van en línea con la estrategia que promueve EE.UU., según un análisis de Bloomberg publicado esta semana.
El cambio supone un giro importante para el bloque comunitario, que antes se resistía a que Washington rompiera sus lazos económicos con Pekín. A medida que se prolonga la crisis ucraniana, Europa se siente más vulnerable ante los dirigentes chinos, recalca el medio.
Mientras, se producen comentarios públicos mucho más críticos por parte de altos funcionarios europeos que antes se habían mostrado reacios a hablar en contra del gigante asiático.
“China es para nosotros un socio, un competidor y un rival sistémico”, declaró la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, a los legisladores en Berlín tras visitar Pekín a principios de este mes. “Desgraciadamente, nuestra impresión fue –quiero subrayar desgraciadamente– que el aspecto de rival sistémico es cada vez más fuerte”, subrayó, indicando que la razón para eso son las acciones chinas dentro y fuera del país.
Frenar el avance de China
En este contexto, EE.UU. y la UE han estado trabajando para desarrollar herramientas que frenen el avance de China en campos como los semiconductores y la defensa. Las discusiones se centran en restricciones a las exportaciones, un control más estricto de las inversiones y una mayor cooperación en materiales críticos.
En particular, uno de los objetivos es limitar la exportación a China de productos químicos que se utilizan para fabricar semiconductores, un tema sobre el que el canciller alemán, Olaf Scholz, ha discutido con Washington.
Por su parte, Italia, que ha mantenido estrechas relaciones con Pekín, está estudiando formas de disminuir la influencia del conglomerado chino Sinochem en el fabricante italiano de neumáticos Pirelli, del que es el mayor accionista.
¿Por qué Europa teme a Pekín?
El conflicto en Ucrania “ha agudizado la percepción europea de la importancia del riesgo geopolítico para la economía“, declaró Andrew Small, investigador principal del programa Indo-Pacífico del ‘think tank’ German Marshall Fund. “Y el respaldo de China a Rusia ha agudizado la sensación de que China es una amenaza ideológica y de seguridad”, explicó.
China y la seguridad económica serán los temas principales cuando los líderes del G7 se reúnan en Japón el próximo mes, según un funcionario familiarizado con las discusiones. Sin embargo, la cumbre podría presentar ciertos retos para la UE, ya que sus 27 Estados miembros tienen diferentes puntos de vista respecto a una estrategia para el gigante asiático.