Este 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, los manifestantes han vuelto a llenar las calles de Francia para protestar contra la reforma de las pensiones. Se espera que cerca de 1,5 millones de personas participen en la gran movilización del Primero de Mayo.
Las protestas han sido marcadas por fuertes enfrentamientos con la Policía. En París, los manifestantes lanzaron cócteles molotov contra los agentes. En consecuencia, un oficial sufrió quemaduras presuntamente graves, que aún deben someterse a una evaluación. También se levantaron barricadas en las calles de la ciudad. Hasta el momento, unas 40 personas ya han sido detenidas. En Toulouse, entre 13.500 y 100.000 personas se reunieron para expresar su rechazo a la reforma promovida por el Gobierno de Macron. La Policía informa de daños en escaparates, entidades bancarias y mobiliario urbano. Para frenar a la multitud, los agentes desplegaron cañones de agua y acordonaron las calles. Cuatro personas fueron detenidas por lanzar proyectiles, mientras dos policías resultaron heridos, según una fuente policial.
Mientras tanto en Nantes, los sindicatos contabilizaron a 80.000 participantes de la marcha, al mismo tiempo que la Policía informó sobre 17.500. Los agentes arrestaron al menos a 14 personas. Un manifestante resultó herido en la mano y fue atendido por los servicios sanitarios. Por otro lado, en Lyon varias tiendas fuero saqueadas y se quemaron algunos automóviles. La prefectura del Ródano notificó sobre cuatro arrestos.