Los problemas oculares constituyen un motivo frecuente de consulta médica. Las enfermedades más comunes en los ojos son los defectos de refracción, enfermedades infecciosas como la conjuntivitis o la queratitis, y otras condiciones graves como la catarata y el glaucoma.
Mientras que algunos problemas son inocuos y transitorios, otros pueden ser crónicos y comprometer seriamente la visión. Casi todos tienen síntomas similares, por lo que saber diferenciarlos puede ser de gran ayuda al momento de acudir a la consulta oftalmológica.
En OCUMED estamos comprometidos con tu salud visual, y la orientación de quienes nos leen es parte de ello. Aprender a reconocer a tiempo los signos y síntomas de las enfermedades oculares más frecuentes ayuda tanto a mejorar los resultados del tratamiento como a reducir el riesgo de futuras complicaciones. Aunque no representan una enfermedad, sino una deficiencia, estos se producen cuando el ojo no puede enfocar la luz sobre la retina con nitidez, derivando en visión borrosa, dificultad para ver objetos de cerca o de lejos, y dolores de cabeza.
Los defectos refractivos pueden agruparse según el problema de enfoque en:
Miopía: Cuando el punto de enfoque está por delante de la retina. Esto puede deberse a que el ojo es muy largo o porque la curvatura de la córnea es muy acentuada. En ambas situaciones la visión de lejos está comprometida y los objetos cercanos se ven con facilidad.
Hipermetropía: Cuando el punto de enfoque está por detrás de la retina. En este caso sucede lo contrario a la miopía; la córnea es casi plana por su poca curvatura, o el ojo es demasiado corto. En los adultos tanto los objetos lejanos y cercanos se ven borrosos, mientras que algunos niños y jóvenes pueden ver claramente por su capacidad para la acomodación.Astigmatismo: Cuando los rayos de luz inciden en puntos diferentes de la retina. Sus causas son variables, desde una córnea no «esférica» hasta problemas en la forma del cristalino. Igualmente la visión es borrosa, pero las imágenes se enfocan tanto por delante como por detrás de la retina.
Presbicia: Cuando el cristalino pierde la capacidad de acomodación para los objetos cercanos. Esta condición se produce por el envejecimiento, y con frecuencia se da entre los 50 y 60 años.
En un ojo normal, los rayos de luz inciden directamente en el punto de mayor enfoque en la retina gracias a la córnea y el cristalino, creando una imagen clara que luego viaja al cerebro. Durante la acomodación, los músculos ciliares son los responsables de modificar la forma del cristalino para obtener imágenes nítidas.
Una de las enfermedades en los ojos más inflamatoria y a su vez frecuente, es la conjuntivitis. Sus causas son variadas y van desde infecciones por virus, hongos, bacterias, alérgenos, uso de lentes de contacto hasta sustancias químicas y otras enfermedades.
Como el sufijo -itis lo indica, esta se caracteriza por una inflamación de la conjuntiva, la cual es la membrana mucosa que recubre la superficie del ojo y el interior de los párpados. La conjuntivitis puede darse en uno o ambos ojos, y generalmente aparece de forma aguda con secreción si se da por una infección. La celulitis es una infección de la grasa y de los músculos del ojo que de no recibir tratamiento temprano, puede extenderse hasta las cejas y las mejillas. Se debe diferenciar entre celulitis periorbitaria o preseptal, y la orbitaria o postseptal.
Celulitis periorbitaria o preseptal: Se denomina preseptal porque no compromete la órbita realmente. Es la inflamación de los párpados y de los tejidos blandos alrededor del ojo.
Celulitis orbitaria o postseptal: Es la inflamación de los elementos que se encuentran en la órbita, incluyendo el globo ocular, vasos sanguíneos y nervio óptico. Se acompaña de dificultad para mover el ojo, ojo rojo, disminución de la agudeza visual y protrusión del globo ocular. Generalmente se produce por una celulitis inicialmente preseptal, o por infecciones en los senos frontales o paranasales (sinusitis). En casos muy avanzados puede haber fiebre y malestar general
La ceguera es la consecuencia más grave, y sus causas principales a nivel mundial son el glaucoma, las cataratas, la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y la retinopatía diabética.
La catarata es una opacidad del cristalino que compromete la visión. Esta puede ser congénita o adquirida por degeneración, y representa la primera causa de ceguera a nivel mundial.
Estas se producen por el envejecimiento, pero algunos factores pueden acelerar su desarrollo, como el tabaquismo, traumatismos, consumo de alcohol, exposición a rayos X, diabetes, uveítis, corticoides o desnutrición. Los glaucomas son un conjunto de problemas oculares que comprometen progresivamente el nervio óptico por aumento de la presión intraocular (PIO). Pueden aparecer en cualquier edad, pero con frecuencia afecta a las personas de 60 años o más. A su vez, estos pueden clasificarse en glaucoma de ángulo abierto y glaucoma de ángulo cerrado.
El primero aparece por un aumento de la presión intraocular y daño del nervio óptico mientras que el ángulo de la cámara anterior, donde se encuentra el iris con la córnea, está abierto.
El segundo, también llamado glaucoma de ángulo estrecho, se da porque el ángulo de drenaje entre el iris y la córnea se cierra, bloqueando súbitamente la salida del humor acuoso y aumentando la presión intraocular.
La degeneración macular asociada a la edad es una condición progresiva en donde hay cambios en la retina en forma de áreas puntiformes por acumulación de desechos (drusas) a lo largo de la vida. Esta es la principal causa de pérdida irreversible y permanente de la visión en el adulto mayor.
DMAE seca: Esta es la forma inicial de la enfermedad, y se caracteriza por ser indolora con puntos ciegos centrales en forma de escotomas. El 80% de los adultos mayores tienen esta forma de degeneración.
DMAE húmeda: Es la pérdida súbita de la visión en días o semanas. Se acompaña de edema retiniano, desprendimiento parcial de la retina y hemorragia subretiniana. El primer síntoma suele ser la distorsión visual Lo primero que debes saber antes de seguir leyendo es que acudir regularmente con un oftalmólogo puede ayudarte a prevenir muchas enfermedades en los ojos, incluso las incluidas en este artículo. Los errores de refracción por lo general se corrigen con gafas o lentes de contacto. En aquellos pacientes que desean disminuir la dependencia de las gafas tienen la opción de la cirugía refractiva.
En el caso de las patologías inflamatorias como la conjuntivitis y la celulitis, el tratamiento depende de la causa. Si la inflamación es provocada por una bacteria se recomiendan antibióticos, y si es por alérgenos se indican antialérgicos y otros medicamentos. Estas recomendaciones siempre deben ir de la mano de la orientación médica.
Los tratamientos de las enfermedades en los ojos son muy variados y dependen de muchos factores, como la edad, el género, el estilo de vida, la dieta, la genética o las enfermedades subyacentes. Por esto es vital visitar anualmente al oftalmólogo, quien es el único profesional capaz de dar con un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. En nuestra clínica oftalmológica diagnosticamos múltiples patologías y ofrecemos una gran variedad de tratamientos, gracias a que contamos con la aparatología más innovadora para brindarte la mejor atención en toda Madrid. En OCUMED, ¡el paciente es el eje que da sentido a nuestra actividad, y tanto su vista como su bienestar son nuestra prioridad!
