Decenas de iglesias y hogares han sido atacados, destrozados e incendiados en la India tras fuertes disturbios en el estado nororiental de Manipur, por lo que las autoridades impusieron un toque de queda en la mayoría de los distritos y se suspendieron los servicios de Internet móvil, recogen medios locales.
Los episodios violentos se desataron luego de que una protesta provocara enfrentamientos entre la comunidad étnica meitei (en su mayoría hindúes y musulmanes), que vive en las llanuras, y los grupos tribales naga y kuki-zo (mayoritariamente cristianos), que tienen sus aldeas en las colinas.
Miles de cristianos convocaron a una marcha para oponerse a las demandas de los meitei (que suponen más del 50% de la población del estado), para ser incluidos en la categoría de Tribus Registradas para poder recibir beneficios en cuotas de cargos públicos, representación política y derechos sobre la tierra.
En respuesta, los meitei organizaron sus propias manifestaciones, lo que desencadenó enfrentamientos entre ambos bandos. Los peores tumultos se registraron en la capital del estado, Imphal.
Según las organizaciones meitei, la exigencia del estatus de Tribu Registrada está justificada para su supervivencia y protección frente a la afluencia de forasteros, en concreto de Myanmar. Afirman que la etiqueta ‘Tribu Registrada’ les ayudaría a adquirir tierras en las colinas, al igual que los pueblos tribales, que no tienen restricciones en la compra de terrenos.
La Policía respondió a los ataques contra viviendas e iglesias con varias rondas de gases lacrimógenos y balas de goma. Además, el Ejército y grupos paramilitares patrullaron las zonas afectadas por la escalada de violencia.
Al menos 9.000 personas de diferentes comunidades han sido evacuadas a un lugar seguro en instalaciones militares y gubernamentales. Hasta el momento las autoridades no han confirmado la existencia de heridos ni muertos.