El debate sobre la posible construcción de parques eólicos en aguas de la Costa Brava, en Catalunya, sigue abierto, con una larga lista de proyectos en estudio y una notable polémica entre defensores y opositores de este tipo de instalaciones.
De forma paralela, las administraciones y empresas en Francia siguen un ritmo bastante diferente y -tras un proceso de debate y consulta, en algunos casos tampoco exento de polémica- han iniciado las obras para la instalación de los primeros aerogeneradores marinos flotantes en su costa mediterránea.
La primera de las obras, iniciada el pasado mes de marzo, prevé la instalación de aerogeneradores de hasta 260 metros de altura a 18 kilómetros de la costa entre Leucate y Barcarès, a unos 60 kilómetros de la frontera hispano francesa en Cerbère-Portbou. El domingo 5 de marzo tuvo lugar en Barcarès (departamento de Pirineos Orientales) el acto oficial de inicio de la obra de la empresa pública RTE (Réseau de Transport d’Electricité) del edificio que albergará el enlace del futuro cable de conexión a tierra de los Aerogeneradores Flotantes del Golfo de León (EFGL), denominación del proyecto general de energía eólica en la costa mediterránea francesa”, explica la empresa en su página en internet.
En una primera fase, el parque Leucate tendrá tres aerogeneradores flotantes, de 10 Mw de potencia instalada cada uno de ellos, que estarán situados entre los 16 y 18 km de la línea de costa. Las diferencias con la Costa Brava son notables pero sin duda, el proyecto francés puede servir de referencia para conocer el impacto ambiental y paisajístico de este tipo de instalaciones. Como ocurre en otros proyectos eólicos en el mar (offshore), una de las partes importantes desde el punto de vista ambiental es el trazado de los cables de transporte de la electricidad hasta la estación base en tierra, que en muchos casos debe pasar por la playa. En el caso de Leucate, la línea RTE creará un enlace submarino y subterráneo a 63.000 voltios a lo largo de aproximadamente veinte kilómetros. El coste de la conexión se estima en 40 millones de euros y corre a cargo de los operadores.
Tras la construcción de este edificio en tierra se realizará una perforación bajo la playa de Barcarès para colocar el cable que después se sumergirá hasta llegar a los aerogeneradores. El proyecto de parque eólico flotante piloto EFGL y su conexión eléctrica, realizado respectivamente por la empresa LEFGL encargada de su desarrollo, instalación y explotación, y por RTE fue seleccionado en 2016 a raíz de una convocatoria de proyectos de ADEME y apoyado por el Programa de Inversiones Futuras. Esta instalación piloto podrá producir cada año, a partir de 2024, el equivalente al consumo eléctrico de más de 50.000 habitantes.
Los aerogeneradores que formarán este primer parque francés en el Mediterráneo están siendo construidos por EolMed en Gruissan, en una iniciativa que dirige un consorcio con participación de TotalEnergies y BW Ideol. El ensamblaje de estas estructuras está previsto que se realice en 2024 en Port La Nouvelle.