Cientos salieron a las calles para protestar en rechazo a la violencia de los agentes antidisturbios en contra de los ciudadanos y exigir justicia para tres adolescentes que presuntamente fueron atropellados por un coche policial a mediados de abril.
Portando múltiples pancartas, los manifestantes demandaron que incidentes como este no ocurran otra vez, e hicieron especial énfasis en que los niños no deben ser golpeados por las fuerzas policiales, porque su deber es proteger a los ciudadanos, no lastimarlos. Mientras, Lyon fue, nuevamente, escenario de abusos policiales, cuando un grupo de agentes lanzó gases lacrimógenos a los manifestantes durante una movilización contra la reforma de las pensiones y la inflación.