El Polo Norte es una de las regiones geográficas en las se observan los efectos del cambio climático de forma más clara. Un estudio publicado en julio de 2022, por ejemplo, indicaba que las temperaturas del Ártico aumentan cuatro veces más rápido que el calentamiento global, mientras que una investigación similar difundida en diciembre pasado detallaba que el Ártico se vuelve más cálido, húmedo y tormentoso por el cambio climático.
Los modernos sistemas de satélites y las bases científicas en servicio en zonas como el archipiélago Svalbard (Noruega, océano Glacial Ártico) permiten ahora conocer con más detalle que nunca las condiciones climáticas y ambientales en esta zona polar. Pese a ello, la comunidad científica reconoce que existen todavía numerosas incógnitas sobre el impacto que cambio climático está teniendo y tendrá en los ecosistemas árticos, tanto en la superficie como en las capas de hielo y los fondos marinos. En un intento atrevido e innovador por resolver algunas de estas incertidumbres, la Fundación Tara Ocean trabaja desde hace ocho años en el diseño de la que puede ser considerada la primera base científica flotante del Ártico, la Tara Polar Station. Uno de los escasos proyectos comparables al de Tara es el buque ruso de investigación ártica Severny Polyus, actualmente en fase de pruebas.
El proyecto Tara Polar Station ha dado ahora un paso decisivo hacia adelante con el encargo de construcción de la estructura de la futura base polar a la empresa Constructions Mécaniques de Normandie, en Cherburgo (Francia).
El armazón flotante de esta estación científica, que tendrá capacidad para hasta 22 tripulantes, será completada y puesta a prueba muy probablemente a finales de 2024. La construcción de esta plataforma cuenta con un presupuesto de 15 millones de euros.
“Hemos estado 8 años trabajando en este proyecto. La pandemia nos hizo perder 2 años pero finalmente logramos convencer a los socios y al estado francés, y se completó el plan de financiación dentro del plan estratégico Francia 2030”, ha explicado Romain Troublé, director de la Fundación Tara Ocean. La Tara Polar Station será una estructura ovalada construida en aluminio, de 23 metros de largo por 14 de ancho y 2,3 metros de calado. La Fundación Tara Ocean cuenta con una larga experiencia en navegación en zonas polares, en el Ártico y el antártico, con naves como la goleta Tara.
El equipo promotor calcula que en 2025, después de una prueba de 3 a 4 meses en un fiordo de Groenlandia, la plataforma Tara Polar Station iniciará su viaje hacia el Polo Norte. En marzo de 2026 podría incorporarse el primer equipo científico al completo. La primera temporada de investigación podría tener una duración de 400 días y estaría dedicada al estudio de las condiciones ambientales de la atmósfera, el hielo y el agua. De hecho, la Tara Polar Station tendrá equipos especializados para facilitar inmersiones y toma de muestras bajo el mar. El interior de la base estará preparado para facilitar la vida y el trabajo de la tripulación, buena parte de los cuales pertenecerán al Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), mientras en el exterior se registren hasta 50 grados bajo cero.
