En estos momentos que la tierra se está calentando por encima de lo normal, cada vez es más común hablar de sequía en aquellos lugares donde la lluvia es muy poco abundante o directamente escasa o, incluso, ha dejado de aparecer. Aunque sea más frecuente en ciertos lugares, la sequía es uno de los problemas ambientales que nos pueden afectar a todos.
En este artículo de EcologíaVerde, te contamos con detalle qué es la sequía, sus causas y consecuencias, así como algunas ideas que podemos implementar para evitar que el problema se siga agravando.
Qué es la sequía y qué países la sufren más
La sequía es un período prolongado en el que una región no recibe suficiente agua como para abastecer las necesidades de las plantas y animales que habitan en esa zona, incluyendo a los humanos. Aunque el período de tiempo es relativo, por ejemplo en el desierto de Botswana, se considera sequía a una ausencia de lluvia durante más de siete años, mientras que en Francia o Reino Unido, tan solo hacen falta dos meses para considerarla.
La principal causa por la que una región puede sufrir un período de sequía es la falta de precipitaciones en la zona, aunque existen otras, como veremos más adelante en este artículo. Además, la ausencia de agua tiene graves consecuencias para, por ejemplo, los cultivos o la ganadería en esos terrenos, como también veremos a continuación.
Los países más afectados por la sequía son los del cuerno de África, pero también los de la Región Mediterránea y los países cercanos al Ecuador.
Qué clases de sequía existen
Aunque no todo el mundo lo sabe, son varios los distintos tipos de sequía que puede haber:
- Sequía meteorológica: este tipo de sequía se debe a la ausencia o escasez de precipitaciones durante un período determinado.
- Sequía agrícola: este tipo de sequía afecta más a los cultivos. Puede ser debida a una ausencia de lluvias o una actividad agrícola mal planificada.
- Sequía hidrológica: este tipo de sequía se produce cuando las reservas de agua de la zona están por debajo de la media. Se puede deber a falta de lluvias o a la inadecuada actividad humana.
Principales causas de la sequía
Así, entre los principales motivos por los que aparecen periodos prolongados sin precipitaciones y/o reservas de agua en alguna parte del planeta, podemos destacar las siguientes causas de la sequía:
- Ausencia o escasez de lluvias, sobre todo, durante las épocas que le corresponden, por lo que el agua es escasa.
- Los ciclos climáticos tanto oceánicos como atmosféricos, como por ejemplo, el fenómeno del Niño en América del Sur, que hacen que cada año haya períodos de sequía en América y Australia u oscilaciones en el Atlántico Norte, que llevan sequías al noreste de España.
- Las actividades humanas como la sobreexplotación de tierras agrícolas, el riego excesivo o la deforestación, fomentan la erosión y afectan negativamente a la capacidad del suelo para almacenar y retener el agua. Estos efectos se desencadenan sobre todo a nivel local.
- Actividades que fomentan el cambio climático y sobrecalentamiento global, tanto las actividades humanas como naturales. Esto provocará aumento de precipitaciones con inundaciones en determinados lugares y períodos de sequía y calentamiento, en otros. Son, por tanto, efectos a nivel global.
- La utilización en agricultura de productos tóxicos como el amoníaco, aumenta el riesgo de desertización.
- Períodos irregulares de precipitaciones.
Consecuencias de la sequía
Cuando hablamos de la importancia del agua para el planeta y el ser humanos, la podemos traducir como imprescindible para la vida. Por tanto, las consecuencias de las sequías en el planeta son negativas y, en ciertos casos, incluso devastadoras.
- Pérdida de producciones agrícolas y tierras para el ganado, con la consiguiente pérdida de ingresos y alimentos. Además, al haber escasa producción de determinados alimentos, estos suben de precio por la ley de la oferta y la demanda.
- Malnutrición, deshidratación y enfermedades.
- Hambruna debida a la escasez de alimentos.
- Migración de seres humanos y especies animales.
- Daños al hábitat.
- Pérdida de la biodiversidad o lo que es lo mismo, la reducción e incluso extinción de especies vegetales y animales.
- Tormentas de polvo, por la desertificación y erosión.
- Inestabilidad mundial, que puede desembocar en conflictos y guerras por los recursos naturales.
- Menor oferta de alimentos en el mercado.
Posibles soluciones para la sequía
Por suerte, hay algunas posibles soluciones para las sequías, que pueden ayudarnos a mitigar sus efectos e incluso a evitarlas en ciertas zonas.
- Construcción de presas y embalses para almacenar agua y liberarla cuando haga falta.
- Monitorear las sequías: medir los niveles de lluvia y compararlos con el uso de agua, puede ayudar a tomar medidas para evitar las sequías.
- Uso de tierras: como la rotación de cultivos para disminuir la erosión o durante los períodos más secos, sembrar cultivos con menor demanda de agua.
- Captar agua de la lluvia: recoger y almacenar aguas en zonas adaptadas para ello como techos.
- Construcción de trasvases: como acueductos, canales o redirección de ríos para regar y abastecer aguas propensas a la sequía.
- Reutilización de aguas recicladas o residuales.
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