El yen operaba bajo presión frente a la mayoría de las principales divisas el miércoles, incluso a pesar de que las autoridades japonesas dijeron que podrían intervenir para apuntalarlo, mientras que el dólar australiano caía tras datos que mostraron que la inflación disminuyó en mayo.
Las expectativas del mercado de que el Banco de Japón mantenga las tasas de interés muy bajas, mientras otros bancos centrales endurecen su política monetaria para frenar la inflación, han estado pesando sobre la divisa nipona, impulsando la especulación sobre si las autoridades podrían intervenir para frenar sus caídas, y cuándo.
“Estamos vigilando de cerca los movimientos de la divisa con un fuerte sentido de la urgencia”, dijo a la prensa Masato Kanda, el principal diplomático japonés en materia de divisas. “Responderemos de manera adecuada si se vuelve excesivo”.
El dólar tocaba un nuevo máximo de siete meses ante su par nipón, a 144,26 yenes, mientras que el euro alcanzaba su cota más elevada en 15 años, a 157,98 yenes.
Por su parte, el dólar australiano cayó a un mínimo de tres semanas de 0,6618 dólares después de que la tasa de inflación de los precios al consumo locales se desaceleró en mayo a su nivel más bajo en 13 meses.
En su última cotización, la moneda australiana cedía un 0,78%, a 0,6634 dólares, mientras que el vecino neozelandés restaba un 1,17%, a 0,6090 dólares, su mayor declive diario en un mes.
En Europa, el euro bajaba a 1,0950 dólares, mientras que la libra esterlina perdía un 0,46%, a 1,26895 dólares, por una recogida de beneficios después de la fuerte subida registrada recientemente.