El Central, el restaurante peruano elegido como el mejor del mundo, dirigido por Virgilio Martínez y Pía León, ha sido reconocido por su cocina de altitud, por los ingredientes desconocidos de la naturaleza peruana, y por su carta gastronómica que podíamos definirla como un viaje al espacio dimensional de la gastronomía, la cual hoy tiene un impacto en las cocinas del mundo. Por primera vez en la historia de los premios The World’s 50 Best Restaurants es un orgullo peruano que el mejor restaurante del mundo está en el Perú. Un hecho histórico desde el nacimiento en 2002 de la siempre controvertida clasificación.
Una década tardo el chef, Virgilio Martínez acompañado de su esposa, también chef, Pía León, en alcanzar la cima y ser reconocidos por su arte culinario y su cocina de experimentación. Pero este premio tiene también un impacto positivo en los chefs, cocineras, empresarios gastronómicos y restaurantes de cocina peruana en el mundo. El premio se extiende a todos los cocineros y cocineras a continuar la ruta de cocina peruana.
Los mejores restaurantes del mundo
Es importante destacar de la selección por países de Latín Américas 50 Best Restaurants, el que tiene más restaurantes en la lista es México, con 11 restaurantes, Argentina con 10 restaurantes, Brasil y el Perú con nueve restaurantes. La lista de premios es seguida por Chile tiene cinco restaurantes; Colombia, cuatro restaurantes seguidos de Uruguay y Panamá.
Entre los 10 primeros restaurantes se encuentra Central, Maido, Astrid y Gastón, la casa de Gastón Acurio, así mismo cabe mencionar los restaurantes mexicanos Pujol y Quintonil, el restaurante chileno Borago, y el argentino Don Julio. Las evoluciones más espectaculares que se han producido en el mundo de la gastronomía, después de las de España, Portugal y Perú.
La comida un vínculo tangible
La comida se convierte en un vínculo tangible y significativo con el lugar de origen, preservando la cultura y las tradiciones de las comunidades diaspóricas. La sociología de la gastronomía explora algunas formas en que la gastronomía y las diásporas se entrelazan en el contexto de las migraciones:
Preservación de la identidad cultural: La gastronomía es una forma tangible de preservar la identidad cultural en las comunidades diaspóricas. A través de la preparación y el consumo de alimentos tradicionales, las diásporas mantienen vivas sus prácticas culinarias, transmitiendo recetas y técnicas a las generaciones futuras. La comida se convierte en una forma de preservar y compartir la cultura, así como de mantener un sentido de pertenencia y conexión con el lugar de origen.
Construcción de redes y comunidades: La comida actúa como un elemento unificador en las comunidades diaspóricas. La preparación y el disfrute de comidas tradicionales fomentan la creación de redes y comunidades dentro de la diáspora. Se organizan eventos y festivales gastronómicos donde las personas se reúnen para compartir y celebrar su cultura a través de la comida. Estas actividades fortalecen los lazos comunitarios y brindan un espacio para la interacción social y el intercambio cultural.
Puente entre culturas: La gastronomía de las diásporas puede actuar como un puente entre la cultura de origen y la cultura del país de destino. A medida que las comunidades diaspóricas interactúan con la cultura local, pueden fusionar ingredientes, técnicas y sabores de ambos contextos, creando platos únicos que reflejan la intersección de las culturas. Esto no solo enriquece la oferta culinaria, sino que también promueve la comprensión y el respeto mutuo entre diferentes grupos culturales.
Contribución a la economía y el turismo: La gastronomía de las diásporas puede tener un impacto económico significativo. Los restaurantes y negocios de comida dirigidos por miembros de la diáspora pueden convertirse en atracciones turísticas y contribuir al desarrollo local. Además, los ingredientes y productos autóctonos que se importan desde el lugar de origen de la diáspora pueden generar oportunidades económicas para los productores y distribuidores tanto en los países de origen como en los de destino.
Promoción de la diversidad culinaria: La influencia de las diásporas en la gastronomía de los países de destino también contribuye a la diversidad culinaria. Las comidas tradicionales de las diásporas se fusionan con la oferta gastronómica local, enriqueciendo el panorama culinario y ofreciendo a las personas la oportunidad de experimentar sabores y platos de diferentes partes del mundo.
En resumen, el premio The World’s 50 Best Restaurants del mundo está en el Perú y juega un papel significativo en el contexto de las diásporas y las migraciones. Actúa como un vínculo tangible con el lugar de origen, preservando la identidad cultural y fortaleciendo los lazos comunitarios. Además, el reconocimiento de que el mejor restaurante del mundo está en América Latina contribuye a la diversidad y fusión culinaria.