Pablo Bustamante, es un dirigente empresarial y también político, refuerza sus argumentos recurriendo al análisis que hace Juan Llosa, respecto a que los caviares no deben gobernar.
En el análisis de los argumentos de Bustamante así como de Llosa, destacamos una cultura poco democrática, propiamente antidemocrática, de impedir que un sector político pretenda, mediante los mecanismo democráticos , acceder al gobierno; en segundo lugar hay una supina tergiversación o ignorancia adrede, de lo que significa el término caviar Y proviniendo los argumentos de lideres de opinión de un sector del espectro político, llama mucho la atención.
El termino caviar, no solo en el Perú, sino en Francia y otros países, tiene la acepción de ser político de izquierda democrática, progresista , un social demócrata, que socialmente proviene de la burguesía o clase media acomodada, en palabras coloquiales, son los pitucos, pitucones con sensibilidad social, defendiendo a los pobres, a las minorías sociales.
Esta primera acepción, se ha ido desdibujando, hasta llegar que caviar describe o incluye a todo aquellos que defienden el estado de derecho, el respeto a las instituciones, la democracia , el respeto a las libertades de expresión y las otras libertades consagradas en la constitución, por eso, consideran como caviares a Rosa María Palacios, Rodrich, Sagasti, Veronica Mendoza, Gorriti, la gente de la República, cuando en ese grupo hay una diversidad de miradas políticas.
Si esto es así, la definición que hacen Bustamante y Llosa, está fuera de lugar, porque ellos consideran caviares a los Marxistas, a la izquierda ortodoxa, tradicional en todas su expresiones, lo que significa una generalización, que confunde y pretenden a partir de ello construir una argumentación que pudiera tener una solidez, pero esta construido sobre falacias , que demuestra de su pobreza argumentativa.
¿ Dicen eso por ignorancia, por falta de información? o ¿ es una argumentación adrede? , creemos que es lo segundo, en el país se conocen los puntos de vista de la izquierda tradicional, sus posturas y defensas de los regímenes cubano, venezolano y otros, pero los llamados caviares de acuerdo a la jerga aceptada por la mayoría, por lo general, no se reclaman ni marxistas, ni comunistas, cuestionan a los regímenes que atentan contra las libertades tanto de derecha como de izquierda, que postulan un estado social, una economía social de mercado, su aspiración es la construcción de una sociedad de bienestar al modelo europeo y principalmente de los países nórdicos. Abogan por dar oportunidad de progreso, bienestar y desarrollo a todos los sectores.
Laboralmente la mayoría que conocemos, de los llamados caviares provienen de ONGs, de las Universidades privadas y un sector relativamente péqueño de la burocracia pública. Incluso ahora vemos muchos empresarios con esa mentalidad. Entonces la pregunta de madura es de donde han sacado que los caviares tienen algo que ver con la URSS, con Cuba etc. aquí la finalidad es buscar confundir, que caviares son todas las izquierdas, como decir derecha bruta y achorada a toda la derecha, lo que no corresponde a la realidad.
Para ahondar en la definición y el buen uso de los términos, la izquierda radical o extrema, odian a los “caviares” porque los consideran sus rivales , un peligro para sus pretensiones y por ello los acuerdos en el congreso con los otros sectores extremos del espectro político, con el objetivo de destruir a los supuestos caviares en instituciones, como el TC, la SUNEDU, al Defensoría del Pueblo y ahora van en cuanto a independencia a Instituciones como al JNE, La JNJ etc.
Porque Pablo Bustamante y Llosa , ahora salen con esta argumentación, consideramos porque debatir con la izquierda tradicional, clásica, dogmática y conservadora, es fácil , siempre saldrán airosos, por mas que sus representantes sean dirigentes poco conocidos, pero la situación es diferente cuando debaten con los que llaman los ” Caviares”, la derecha bruta queda fuera del debate y al derecha preparada, no la tendrá fácil, en este tipo de espacios, los caviares suelen salir siempre ganadores, esta es la razón de los temores y los ataques a este sector de la politica.
Económicamente los ” Caviares ” ofrecen una economía de mercado, con rostro humano, políticamente, apuestan por el respeto a la institucionalidad democrática, a la democracia representativa, al modelo vigente, cosa que un sector de la derecha, a la que representan Bustamante y Llosa, no lo hacen, lo cuestionan, cuando pierden y cando no tienen espacio de gobierno, buscan hacerlo por la fuerza, son ahora ellos los que acuden al autoritarismo, a las formulas antidemocráticas para hacerse del poder, incluso el golpe de estado, por lo tanto al igual que la izquierda dogmática y extrema, la democracia vigente es relativa, vale cuando convienen a sus intereses, en cambio para el sector denominado ” caviares” la democracia es un valor , innegociable, que se debe defender , profundizar y consolidar, con instituciones que funcionen, con una economía que resuelva la producción, el empleo y mejore las condiciones de vida de la gente, con un mínimo de dignidad.
Les recordamos , recurrir a la argumentación tal como lo vienen haciendo, los llevara a pelar con molinos de viento, con sujetos políticos que no existen o solo existen en sus elucubraciones, lo malo es que debilitan la calidad de un debate de ideas.
El caviar nunca debe gobernar
Con sus candados mentales
A propósito del reciente intercambio de opiniones sobre los llamados ‘caviares’, estamos rescatando un artículo de Juan Isenrich de hace tres años que sostiene “que un caviar nunca debe gobernar. Los resultados serán desastrosos para cualquier país, pero en especial para un país como el nuestro que necesita aumentar la producción, crear empleo y riqueza. Los caviares traen consigo el colapso de la inversión, la caída de la producción de bienes y servicios y del empleo, así como el aumento de la pobreza, la escasez, la inflación y la delincuencia”.
Efectivamente, quién sabe si el mayor problema de los caviares en el Perú, es que creen promueven más Estado, porque buena parte de ellos, viven del Estado. No creen en la creación de riqueza y como dice Llosa, no saben crear riqueza.
Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia
Juan Llosa Isenrich
Publicado originalmente por Lampadia el 4 de noviembre de 2020
Hay que reconocer que los caviares más notorios de nuestra sociedad han alcanzado posiciones de gestión, influencia y poder dentro del Estado. Se han esforzado por años en hacer notar y hacer valer sus habilidades y conocimientos en diversas materias, tales como la educación, la salud, la filosofía, la sociología, la economía y en muchas otras ramas de las ciencias sociales.
Pero ahora aspiran a más. Y también nos quieren gobernar poniendo en práctica sus ideas socialistas.
Debemos hacer un esfuerzo para tratar de entender cuál es la causa por la que cuando un caviar gobierna todo sale mal. No parece ser una maldición de dios; debe haber razones para ello.
Si bien en la Unión Soviética no se les llamó caviares a aquellos que tomaron el poder aprovechándose del desorden al final de la primera guerra mundial, fueron sus líderes con la misma mentalidad quienes hicieron la revolución rusa. Felizmente este experimento ya colapsó, luego de un caos en la producción y por el atropello sistemático de los más elementales derechos individuales. Hoy, con la experiencia vivida, podemos afirmar que no tenían ninguna opción de tener éxito.
La revolución china socialista también fracasó, a pesar de la voluntad de Mao y de los importantes esfuerzos desplegados por sus seguidores. Millones de personas murieron en el experimento y la pobreza de la población no se redujo durante todo el proceso.
Muchos otros países socialistas en Asia y en Europa también fracasaron. Hasta los disciplinados, cultos, expertos y comunitarios alemanes de la República Democrática Alemana sucumbieron a las limitaciones de la producción de bienes y servicios y a la ausencia de las mínimas libertades individuales.
Quedan 2 gobiernos socialistas en el mundo y son Cuba y Venezuela. Seguro que por ahí hay algún otro. Su fracaso es solo cuestión de tiempo. Mejor dicho, ya fracasaron, pero nadie logra botarlos a patadas del poder por su incapacidad para producir, reducir la pobreza y mejorar la vida de sus ciudadanos.
Todos estos países que eran socialistas y que han adoptado economías de mercado libre, ahora progresan a alta velocidad. China está por convertirse en la primera potencia mundial, ya es el primer exportador, su tasa de crecimiento anual es extraordinaria y sacaron a cientos de millones de personas de la pobreza.
El caviar es una persona que tiene un candado mental. Este candado instalado misteriosamente en su sistema cognitivo determina que le resulte imposible siquiera analizar algunos aspectos fundamentales de la sociedad humana y de las motivaciones de los individuos.
El caviar no puede entender lo que es una economía de libre mercado, tampoco comprende cual es la importancia de los emprendedores para crear la riqueza de un país. Le resulta imposible listar los derechos individuales de un ciudadano, sin confundirse con temas como el derecho a la educación, al agua potable, a la salud, al internet, etc.
El caviar está convencido de que el gobierno puede crear riqueza para el progreso de la sociedad. Cree firmemente que los funcionarios públicos tienen la voluntad, la motivación, el coraje y que pueden desplegar el esfuerzo suficiente para crear empresas eficientes y competitivas.
El caviar generalmente es una persona con un cociente intelectual alto, ha estudiado una carrera profesional con esmero y con éxito, es un individuo sensible. No hay ninguna razón para menospreciarlo. Es una tragedia que tenga instalado este candado mental, del cual no es consciente. El caviar puede ser un excelente artista, un muy buen sacerdote, un gran programador de computadoras, y muchas otras cosas más.
PERO LOS CAVIARES NUNCA DEBEN GOBERNAR.
Cuando lo hacen cometen errores graves y destruyen el tejido productivo de la sociedad. Lo hacen sin querer, involuntariamente, al tomar decisiones que afectan al país sin haber entendido asuntos básicos como qué es una economía de mercado, cómo los consumidores votan todos los días al elegir libremente los productos que consumen y cuál es la importancia de los emprendedores para crear la riqueza de la nación, quienes con voluntad férrea, coraje e innovación dedican todos sus esfuerzos para servir a los ciudadanos y están permanentemente motivados a hacerlo, ya que de ello dependen sus ganancias e ingresos.
Las políticas y decisiones gubernamentales de los caviares, en los importantes temas de la creación de la riqueza, abastecimiento y servicio a los ciudadanos, desarrollo de la producción, de la innovación, se basan en conceptos totalmente errados y, como consecuencia de ello, los resultados de estas políticas y estas decisiones serán desastrosos para la sociedad.
Soy un convencido de que la mayoría de los caviares son personas con buenas intenciones. Muchos proceden de familias acomodadas y por ello han tenido las mejores oportunidades para educarse. Si ellos pudieran elegir, no serían caviares. El candado cognitivo no lo escogieron ellos, se los instalaron sin pedirles permiso.
Un ambiente familiar donde todas las necesidades básicas están resueltas, con ingresos familiares estables, comida, seguridad, vestido y afecto, es un campo fértil para la instalación del candado mental.
El jefe de familia, empleado de una empresa o funcionario público, que no vive día a día los retos a los que se enfrentan las empresas, no le transmitirá a sus hijos la motivación suficiente para interesarse en ellas y en el mercado.
Cuando la educación es dogmática en una institución religiosa contribuye a la instalación del candado cognitivo. El enfoque de esta institución no es el desarrollo de sus alumnos para competir en un mercado libre, produciendo bienes y servicios cada día con mayor calidad y menor costo, más bien le dará la mayor prioridad a inculcar los valores de justicia, igualdad, compasión, caridad y apoyo social.
Los programas educativos diseñados por el gobierno, contienen poco sobre el desarrollo de la producción y sus dificultades. Muestran a la sociedad como una maquinaria en funcionamiento automático, donde los principales líderes son los gobernantes. No se analizan las dificultades que existen para crear riqueza, para crear empresas y para producir. Los héroes son únicamente aquellos que de alguna forma murieron en una guerra. Los líderes de la creación de riqueza y empleo quedan en el olvido dentro del contenido escolar y universitario.
Aquel joven que tuvo el privilegio de recibir toda esta educación familiar, escolar y universitaria, es muy posible que termine siendo un caviar y que, involuntariamente, tenga instalado un candado mental que le impida entender la realidad productiva del país y vislumbrar los caminos que hay que seguir para aumentar la producción, el empleo y en general la riqueza de la nación.
Es difícil para un caviar abrir su candado mental. Él ha tenido éxito en todos sus estudios y trabajos, su ambiente familiar y de los amigos lo felicitan por ello y lo impulsan a seguir adelante. Él se siente un triunfador y está convencido de que tiene mucho que aportar para el desarrollo del país y va por más. No tiene motivación alguna para romper su candado, si ni siquiera sabe que lo tiene.
No tiene los incentivos para emprender el duro camino de estudiar en profundidad cómo se desarrollaron otras naciones y cuáles son las verdaderas motivaciones de los ciudadanos, para lo que yo le recomendaría, con mucho cariño porque el país lo necesita lúcido, que dedique todo un año a estudiar cuidadosamente lo escrito por el inglés Adam Smith en el siglo 18 sobre el desarrollo económico en Inglaterra y, también, a la rusa nacionalizada norteamericana Ayn Rand en el siglo 20 sobre la ética del capitalismo, al que llamó el ideal desconocido.
Seguramente que Angela Merkel, nacida y educada en la Alemania comunista lo hizo en su oportunidad, al igual que Deng Xiaoping y los principales dirigentes del partido comunista chino, los líderes rusos, polacos, etc. y quién sabe hasta Alan García en su largo exilio en Europa. Este tema debería formar parte del contenido de todos los estudios universitarios.
Pero insisto en que un caviar nunca debe gobernar. Los resultados serán desastrosos para cualquier país, pero en especial para un país como el nuestro que necesita aumentar la producción, crear empleo y riqueza. Los caviares traen consigo el colapso de la inversión, la caída de la producción de bienes y servicios y del empleo, así como el aumento de la pobreza, la escasez, la inflación y la delincuencia. Lampadia