Un sindicato brasileño acusó a JBS SA de someter a decenas de trabajadores a “condiciones degradantes”, según una demanda colectiva presentada esta semana contra el mayor empacador de carne del mundo y sus proveedores.
El sindicato presentó la demanda en nombre de al menos 76 personas, entre ellas miembros de la comunidad indígena terena, que trabajaban atrapando pollos para JBS contratados por terceros y operaban en condiciones “análogas a la esclavitud”, según alega la demanda.
Sus turnos duraban hasta 14 horas, incluido el trayecto de ida y vuelta a los gallineros, declaró el dirigente sindical Sergio Bolzan en una entrevista telefónica. El trabajo consistía en poner pollos vivos en cajas para su transporte, algunas de las cuales pesaban hasta 24 kilogramos, añadió.
JBS es el principal demandado y cuatro empresas de subcontratación son codemandadas en el recurso, según muestran los documentos.
En un comunicado, la empresa declaró que aún no ha sido notificada de la demanda y que investigaría las alegaciones.
En la demanda se alega que los trabajadores no tuvieron suficiente tiempo de descanso, no se les pagó íntegramente en caso de despido y no se les abonó una paga extra por realizar trabajos peligrosos.
JBS afirma que mantiene “estrictos protocolos y controles en sus operaciones para garantizar que todos sus proveedores cumplen sus obligaciones legales y el bienestar de los empleados”.
Estas obligaciones incluyen proporcionar equipos de protección adecuados, condiciones de trabajo seguras y medios de transporte fiables.
También afirma que realiza periódicamente visitas técnicas para supervisar el trabajo de quienes atrapan las aves y verificar que todo está en orden con los proveedores.
Bolzan dijo que las pruebas de la supuesta explotación salieron a la luz en abril, cuando realizó una visita sorpresa al lugar donde se alojaban algunos trabajadores para documentar las condiciones.
El sindicato presentó esas pruebas el martes ante un tribunal de Sidrolandia, en el estado de Mato Grosso do Sul, donde, según Bolzan, JBS emplea directa e indirectamente a 5.000 personas.
El sindicato pide 400.000 reales (82.000 dólares) en daños y perjuicios por trabajador y está presionando para que los fiscales se unan formalmente a la demanda, muestran los documentos.
Bolzan compartió sus preocupaciones con los fiscales laborales, que confirmaron las investigaciones preliminares sobre el asunto, incluyendo si los trabajadores eran empleados “fuera de los libros”.