La retirada de las tortillas de patatas del Grupo Palacios de los puntos de distribución tras la alerta sanitaria ocasionada por diferentes casos de botulismo vinculados al consumo de las mismas ha provocado mucha incertidumbre acerca de esta enfermedad provocada por las toxinas de una bacteria.
Desde la Organización Mundial de la Salud informan en su página web de que la toxina botulínica “es una de las sustancias más mortales que se conocen”. La enfermedad que provoca, el botulismo, suele referirse en humanos a casos de transmisión alimentaria, que si bien la OMS reconoce como “raro”, puede “ser mortal si no se diagnostica rápidamente y se trata con la correspondiente antitoxina”.
La OMS señala a los “alimentos enlatados, conservados o fermentados de preparación doméstica” como “una fuente frecuente” de botulismo. De hecho, desde el organismo internacional explican que esta transmisión alimentaria, si bien es “relativamente inusual”, es generada por la ingesta de estos alimentos con “neurotoxinas muy potentes” producidas por la bacteria Clostridium botulinum.
La toxina botulínica, aclaran desde la OMS, se ingiere con alimentos “elaborados inapropiadamente, en los que la bacteria o sus esporas sobreviven, crecen y producen las toxinas”, aunque también se transmite por heridas infectadas, inhalación o en los lactantes.
La OMS recoge en su web una amplia relación de los síntomas que puede producir la toxina botulínica, que es una neurotoxina y por lo tanto afecta al sistema nervioso. Es característico del botulismo de transmisión alimentaria padecer una “parálisis flácida descendente que puede producir insuficiencia respiratoria”.
Según la OMS, los síntomas iniciales más comunes son los siguientes:
Fatiga intensa
Debilidad
Vértigo
Visión borrosa
Sequedad de boca
Dificultad para tragar y hablar
También se puede desarrollar diarrea, vómitos. constipación o inflamación abdominal. Desde la OMS afirman que “la enfermedad puede dar lugar a debilidad en el cuello y los brazos, y afectar posteriormente los músculos respiratorios y los músculos de la parte inferior del cuerpo”, si bien no suelen presentar fiebre o pérdida de consciencia.
Según la OMS, los síntomas se manifiestan “entre 12 y 36 horas después de la ingesta” y si bien “la incidencia del botulismo es baja”, “la tasa de mortalidad es alta si no se realiza un diagnóstico precoz y se dispensa sin dilación el tratamiento adecuado”. La tasa de mortalidad va del 5% al 10% de los casos según la OMS. El diagnostico precoz es clave
