El ejército de la República Democrática del Congo denunció que fuerzas ruandesas cruzaron su frontera el jueves por la mañana y atacaron a sus fuerzas de seguridad fronterizas, lo que podría aumentar las tensiones entre los vecinos centroafricanos.
“Los enfrentamientos consiguientes permitieron a las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo repeler a los terroristas ruandeses que perpetraron esta intolerable provocación”, declaró el ejército del Congo en un comunicado, añadiendo que los atacantes se retiraron a Ruanda.
El ejército ruandés negó la acusación y dijo que podría ser un pretexto para un ataque planeado en territorio ruandés.
“Las acusaciones carecen de fundamento y forman parte de un largo patrón de desinformación y propaganda por parte de los dirigentes de la RDC”, dijo el ejército ruandés en X, la plataforma de medios sociales antes conocida como Twitter (NYSE:TWTR).
Los dos países están enfrentados desde el año pasado por el resurgimiento del grupo rebelde M23, una milicia activa en el este del Congo que, según el gobierno de Kinshasa, Ruanda apoya. Ruanda lo ha negado sistemáticamente.
A su vez, el ejército ruandés acusa al Congo de armar y combatir junto a otro grupo rebelde, las Fuerzas para la Liberación de Ruanda (FDLR, por sus siglas en francés).
El conflicto forma parte de las largas secuelas del genocidio de 1994 en Ruanda. El grupo M23 está dirigido por tutsis, mientras que el FDLR está compuesta por hutus.
Expertos de Naciones Unidas han afirmado tener pruebas de que soldados ruandeses han luchado junto al M23 en el este del Congo y han suministrado armas a los rebeldes. También han afirmado que miembros del ejército congoleño han luchado junto a las FDLR.