El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, expresó este jueves que el crimen organizado se ha infiltrado en el Estado, al comentar con RT el asesinato del candidato presidencial a las elecciones anticipadas Fernando Villavicencio, ocurrido la tarde del miércoles al norte de Quito.
“El crimen organizado, y ese es el punto crucial, ha infiltrado el Estado, tanto el Gobierno, como el sistema judicial, como política en general y también la fuerza pública”, expresó.
Correa mencionó que para él en este crimen “hay vinculaciones con altos oficiales corruptos de la Policía”, debido a diferentes acciones que se dieron en torno al asesinato, aunque aclara que todas las hipótesis deben ser verificadas.
Esto lo dijo tras señalar las fallas que se habrían cometido en la seguridad del candidato, quien “estaba amenazado” y “era uno de los hombres más protegidos del país”.
“Pese a eso lo sacan por la puerta del frente (del auditorio donde brindó el mitin), sin chaleco, sin casco, en una camioneta, ni siquiera un carro blindado, sin las más mínimas precauciones. Vienen los sicarios del otro lado, disparan y lo matan”, expuso Correa, coincidiendo con las denuncias que han hecho los familiares de Villavicencio.
En relación con uno de los videos que circularon sobre el ataque, Correa comentó que “se ve claramente que se han roto todos los protocolos (de seguridad). ¿Cómo entender aquello?”.
Además, el exmandatario criticó que cuando capturan a uno de los presuntos sicarios, quien según la Fiscalía General del Estado (FGE) estaba malherido, en lugar de llevarlo a un hospital, lo movilizan a la Unidad de Flagrancia, donde fallece —a su juicio— “en condiciones muy misteriosas”.
“Entonces, un operativo de esta magnitud, ni siquiera una mafia de estas muy poderosas del narcotráfico tienen la capacidad de hacerlo”, enfatizó.
Otra de las hipótesis, comentó, es que se trataría de una venganza de una grupo de delincuencia organizada llamado Los Choneros, brazo armado local del mexicano Cártel de Sinaloa, que habría amenazado a Villavicencio.
Por otro lado, el exmandatario manifestó que ya “los politiqueros e irresponsables de siempre” quieren culpar al correísmo de esta muerte, debido a que eran “adversarios políticos acérrimos de Villavicencio”.
“Pero esas son las estupideces que se viven estos días”, añadió, luego de haber recalcado que pese a ser uno de los “peores opositores” contra su gobierno, en esa administración, que se extendió por 10 años (2007-2017), “no le pasó absolutamente nada”.
“Fracaso”
Correa también se refirió al anuncio del presidente Guillermo Lasso sobre la solicitud de apoyo que hizo al Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) de EE.UU. para investigar el asesinato de Villavicencio. Al respecto, comentó que esto “es muestra del fracaso de su Gobierno”.
“Ya podemos llamar a Ecuador un Estado fallido”, añadió el exmandatario, al tiempo que también criticó la estrategia de Lasso de volver a decretar “estado de excepción” en el país.
“No solo es dictar estado de excepción, sino tener una estrategia integral de seguridad. El crimen organizado no se combate solamente con más pistolas a la Policía, que tampoco las tienen, sino con inteligencia, con tecnología, con articulación internacional”, dijo.
Correa agregó que la situación de violencia e inseguridad por la que atraviesa el país suramericano actualmente “no es azar”, sino “consecuencia del abandono, de la desidia, de la incompetencia, de la ineptitud de todos estos años”.
“Desmantelaron todo, decían que era (un) Estado obeso. Eliminaron el Ministerio Coordinador de Seguridad, eliminaron el Ministerio de Justicia, encargado de las cárceles, ahora las cárceles están bajo control de las mafias, eliminaron el Ministerio del Interior (que luego fue restituido), encargado de la seguridad ciudadana y el control policial”, entre otras acciones, enumeró el expresidente.
Hechos e investigación
Villavicencio, de 59 años y aspirante a la Presidencia por el movimiento Construye, fue atacado a tiros apenas abordaba una camioneta a la salida de un mitin, realizado en el auditorio del Colegio Anderson, ubicado en la avenida Gaspar de Villarroel de la capital ecuatoriana.
El atentado dejó además nueve personas heridas, entre ellas una candidata a asambleísta y dos policías, informó la Fiscalía, que abrió una investigación al respecto.
La institución detalló, posteriormente, que seis personas han sido detenidas durante allanamientos ejecutados en los sectores Conocoto y San Bartolo de Quito.