El Reino Unido finalmente debería admitir su rol de liderazgo en el golpe de Estado de 1953 que derrocó al entonces primer ministro de Irán, Mohamad Mosadeq, por el bien de la credibilidad del Reino Unido, afirmó el lunes David Owen.

El complot original, cuyo nombre en código es Operation Boot, fue redactado por la Inteligencia Militar Británica (MI6), después de que Mosadeq se convirtiera en primer ministro y enseguida nacionalizara la compañía petrolera británica dominante en Irán.

El expresidente de EE.UU. Harry Truman no quería tener nada que ver con eso, viendo a Mosadeq como un baluarte contra el comunismo, pero Winston Churchill pudo persuadir a su sucesor, Dwight Eisenhower. En la primavera de 1953, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos comenzó la planificación conjunta con el MI6 y la operación pasó a llamarse Ajax.

A pocos días del 70 aniversario del golpe de estado, David Owen, quien fue secretario de Relaciones Exteriores de 1977 a 1979, le dijo a The Guardian: “Hay buenas razones para reconocer el papel del Reino Unido con EE.UU. en 1953 para derrocar a Mosadeq. Al admitir que nos equivocamos al hacerlo y dañamos los pasos que se estaban desarrollando hacia un Irán democrático, ahora hacemos que las reformas sean un poco más probables”, subrayó.

El primer ministro democráticamente electo de Irán, Mohamad Mosadeq, fue derrocado el 19 de agosto de 1953 mediante un golpe de Estado, identificado en los archivos de la CIA de EE.UU. como “Operación Ajax”. Fue un plan conjunto del Reino Unido y EE.UU. para sacar del poder al premier iraní, que había nacionalizado la industria petrolera.

En 2013, la CIA reconoció por fin oficialmente su implicación en lo sucedido. Un documento desclasificado explica, además, cómo llevaron a cabo la operación los agentes de espionaje de EE.UU., junto con los del Reino Unido.