Los progresos tecnológicos y las herramientas digitales han transformado la manera en que la sociedad se relaciona con la tecnología en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana, pero si nos adentramos en el mundo gaming, sorprendentemente, los videojuegos pueden influir en el desarrollo de habilidades como la atención, la creatividad, la memoria, los idiomas y el trabajo en equipo.
Dicen que los videojuegos también facilitan el aprendizaje de los contenidos educativos y el desarrollo de habilidades cognitivas, aunque si no lo sabías, esta influencia tiene un nombre. Hablamos de la gamificación, una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional con el fin de conseguir mejores resultados en el aula.
Se trata de un término que ha adquirido una gran popularidad en los últimos años –sobre todo en entornos educativos y digitales– porque mejora habilidades, enriquece conocimientos, recompensa acciones concretas, incentiva la participación de manera activa, facilita la interiorización de conocimientos de una forma más divertida y genera una experiencia positiva en el alumno.
Carmen Navacerrada, Directora del Área de Programación Web y del programa en Ingeniería de Desarrollo de Software en IMMUNE Technology Institute, afirma para 20Bits que “los videojuegos pueden tener diversos beneficios utilizados de la forma adecuada, como puede ser la mejora de la atención y la memoria, la resolución de problemas o la toma de decisiones”. Pero, ¿cómo es posible que los juegos puedan beneficiar a una clase llena de alumnos?
Navacerrada explica que los videojuegos se pueden utilizar de dos formas distintas. En primer lugar, “sería utilizar videojuegos educativos que estén orientados a formar un tema en concreto”, aunque por otro lado, los juegos de rol ayudan “al estudiante a ponerse en distintas situaciones” para “fomentar el pensamiento crítico”.
“Un elemento indispensable para formar con éxito a un alumno es la motivación, y la gamificación puede ser clave en este sentido. Además, elementos de juego como sistemas de puntos y recompensas fomentan el compromiso activo de los estudiantes con el contenido, mejorando su atención, resolución de problemas, colaboración y pensamiento crítico”, señala la Directora.
Sin embargo, existe la posibilidad de que los videojuegos puedan ser una distracción en el aula, pero ante dicha situación, Navacerrada recalca que es importante establecer pautas, monitorizar el uso de la tecnología, integrar los juegos de manera efectiva y dejar claros los objetivos de aprendizaje.
Por otra parte, si te estás preguntando qué dispositivos serían necesarios para introducir la gamificación en un colegio, la Directora indica que se pueden utilizar ordenadores portátiles o de sobremesa, móviles, consolas, tablets o relojes inteligentes con el fin de “rastrear el progreso del alumno y recompensar su participación en actividades educativas”. No obstante, la elección de los aparatos electrónicos dependerá de la edad, la disponibilidad de la tecnología en la escuela o en el hogar, y los objetivos de la gamificación en el ámbito educativo.