Tras el Gran Premio de Monza en el que quedó tercero, Carlos Sainz tuvo que enfrentarse a un feo episodio por las calles de Milán. El piloto español salía del hotel Armani junto al resto del equipo de Ferrari y cuando se encontraba en el interior de su coche, tres hombres le robaron de la muñeca un reloj que podría estar valorado hasta en medio millón de euros.
Inmediatamente después, Sainz abandonó el coche y salió corriendo para atrapar a los ladrones. Él atrapó a uno, su manager a otro y un ciudadano al tercero, según ha informado la policía italiana, a quien llamó el piloto para entregar a los ladrones, quienes fueron detenidos y trasladados a comisaría.
Después de entregar a los detenidos y ya con su reloj recuperado, un Richard Mille modelo Alexander Zverev de más de 300.000 euros, Carlos Sainz regresó al hotel y el susto finalmente acabó en nada.
Esta no es la primera vez que pilotos de la talla de Sainz tienen que perseguir a ladrones para recuperar sus pertenencias. Ya le ocurrió a Sebastian Vettel en Barcelona en 2022, cuando le robaron la mochila del interior de su coche. El alemán, subido a un patinete eléctrico, fue a la caza de los cacos, a quienes siguió la pista por la geolocalización de unos AirPods que llevaba en la mochila.
También el año pasado fue víctima de un robo Charles Leclerc. El compañero de Sainz en Ferrari se encontraba en su coche en la Toscana cuando dos hombres le quitaron el reloj de su muñeca mientras se hacían fotos con él. Se trataba de un Richard Mille personalizado, que no pudo recuperar, a pesar de que estuvo buscando a los ladrones.