La actividad de las fábricas chinas creció en septiembre por primera vez en seis meses, según un sondeo oficial publicado el sábado, que se suma a una serie de indicadores que sugieren que la segunda economía mundial ha empezado a tocar fondo.
El índice de gestores de compras (PMI), basado en una encuesta a los principales fabricantes, subió de 49,7 a 50,2 en septiembre, según la Oficina Nacional de Estadística, superando el nivel de 50 puntos que separa la contracción de la expansión. La lectura superó la previsión de 50,0.
El PMI, primera estadística oficial de septiembre, se suma a los signos de estabilización de la economía, que había decaído tras un impulso inicial a principios de año, cuando se levantaron las políticas ultrarrestrictivas COVID-19 de China.
En agosto habían aparecido signos preliminares de mejora, con una aceleración de la producción fabril y del crecimiento de las ventas al por menor, al tiempo que se reducían los descensos de las exportaciones y las importaciones y disminuían las presiones deflacionistas. Los beneficios de las empresas industriales registraron un sorprendente aumento del 17,2% en agosto, invirtiendo el descenso del 6,7% de julio.
“El PMI manufacturero, junto con las buenas cifras de beneficios industriales, sugieren que la economía está tocando fondo gradualmente”, declaró Zhou Hao, economista jefe de Guotai Junan International.
El PMI no manufacturero de China, que incorpora subíndices para la actividad del sector servicios y la construcción, también subió, situándose en 51,7 frente al 51,0 de agosto.
El PMI compuesto, que incluye la actividad manufacturera y no manufacturera, subió a 52,0 en septiembre, frente a 51,3 en agosto.