La batalla entre EEUU y China por la tan deseada primera posición en la carrera tecnológica tiene un nuevo frente abierto, esta vez, y aunque tan solo se trate de una propuesta dada desde Washington y no de una ley o similar, el ejecutivo liderado por Joe Biden pretende que las empresas estadounidenses no trabajen con otras chinas en proyectos que usen la tecnología RISC-V.
Esta tecnología consiste en un set de instrucciones usado para implementar CPU con arquitectura Risc, y se utiliza como alternativa para la creación de procesadores para smartphones y tablets. El Gobierno Chino ha mostrado mucho interés no solo por su bajo consumo y buen rendimiento, sino también por que es de código abierto y por lo tanto no hay que pagar royalties ni licencia por su uso.
Y a su vez, esto es lo que le preocupa a la administración de Joe Biden, ya que esta tecnología alternativa está siendo usada por China para saltarse y esquivar las sanciones que EEUU les ha ido imponiendo en estos últimos años y desarrollar una arquitectura de chips de código abierto.
El motivo de todo ello sigue siendo el mismo, y como han vuelto a resaltar legisladores norteamericanos se tratan de “motivos de seguridad nacional” y por lo tanto EEUU quiere prohibir a sus empresas trabajen en esta tecnología de chips de código abierto, recogen desde Reuters.
“El Partido Comunista Chino está abusando de RISC-V para eludir el dominio estadounidense de la propiedad intelectual necesaria para diseñar chips. Los estadounidenses no deberían apoyar una estrategia de transferencia de tecnología de la República Popular de China que sirve para degradar las leyes estadounidenses de control de las exportaciones”, aseguró para la agencia Michael McCaul, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Al ser de código abierto, su uso es totalmente libre, algo que China está aprovechando para su desarrollo tecnológico y algo que pone en jaque el liderazgo tecnológico estadounidense. Lo cierto es que las intenciones de prohibir su uso a empresas estadounidenses o de bloquear esta tecnología a China parece inviable y muy poco probable.
Esto es después de que la CEO de Risc-V International, Calista Redmond salió a criticar esta medida y a defender que “RISC-V ha llegado para quedarse. Ya ha crecido enormemente en adopción global e influencia como estándar abierto de computación. RISC-V es un estándar abierto y ha incorporado importantes contribuciones de todo el mundo. Como estándar global, RISC-V no está controlado por ninguna empresa ni país.”
De hecho, esta misma compañía propietaria de esta tecnología movió su sede a Suiza en 2019 para evitar posibles represalias de EEUU.