Con el objetivo de promocionar el comercio y atraer inversionistas, se desarrollará en las ciudades de Shenzhen, Chengdú, Pekín y Shanghái la octava edición del Chile Week China, el evento más importante que nuclea al sector comercial de ambos países.
El encuentro, que también pone foco en el desarrollo económico, la sostenibilidad, así como la promoción del turismo, la cultura y la agroindustria chilena, coincide con la visita oficial del presidente Gabriel Boric, que encabezará la inauguración de la actividad.
¿Cuáles son las miras de Chile?
“El hecho de tener estas actividades en ciudades como Chengdú e ir más allá de las ciudades como Pekín y Shanghái trata de reflejar que Chile está buscando abrirse a ciertos mercados e ir generando redes comerciales”, dijo a Sputnik el doctor en Ciencia Política Andrés Bórquez, coordinador del Programa de Estudios Asiáticos en la Universidad de Chile.
El experto aseguró que el país latinoamericano intenta “mantener la presencia territorial en China” y abrir nuevos mercados al interior del país asiático, algo que consideró “una apuesta a largo plazo”.
Bórquez explicó que en las ciudades donde se celebrarán las actividades, “los datos muestran que hay una alta clase media” y que “son zonas emergentes con consumidores a los que les interesan productos con mayor valor agregado”. En ese sentido, consideró que el evento es una buena oportunidad para Chile, dado que si bien el país sudamericano tiene una gran presencia en China, todavía le sigue vendiendo “materias primas con bajo valor agregado”.
El gigante asiático es el principal socio comercial del país sudamericano. En 2022 se posicionó como el principal comprador de productos chilenos, con un 38,9% de participación sobre el total de las exportaciones, seguido de EEUU con una participación de 14,7% y Japón con 7,5%, según información de la Aduana chilena. A su vez, el país fue el principal vendedor de Chile, alcanzando un total del 24,6% de las importaciones chilenas en 2022, seguido de EEUU (21,1%) y Brasil (10,4%).
Mientras que China compra esencialmente al país sudamericano productos vinculados al sector minero, frutas y frutos y productos forestales y derivados, Chile importa tecnología, medios de transporte y partes, maquinarias, productos de indumentaria, entre otros.
Para el especialista en relaciones internacionales y docente universitario Andrés Ángulo el evento “es primordial para promover las actividades comerciales de distintos sectores en el mercado chino”. En ese sentido, al menos 50 empresas participarán del evento que contempla reuniones de negocios y visitas técnicas a empresas líderes.
De acuerdo al experto, además de reafirmar la presencia de los productos ya conocidos en China como las cerezas chilenas, el vino o los mariscos, se debe “abrir puertas a otros productos, a otros bienes o servicios y buscar estrategias de cooperación e inversión en campos que son importantes tanto para Chile como para los inversores o productores chinos”. Estos podrían corresponder a áreas vinculadas a las energías limpias, economía digital, desarrollo económico, industria, turismo, cultura, entre otras, indicó.
A sus ojos, los vínculos que busquen las delegaciones chilenas, tanto en Shenzhen como en las demás ciudades, no deben restringirse a acuerdos netamente económicos sobre productos, sino estar enfocados en el desarrollo y la cooperación en áreas que contribuyan al crecimiento del país sudamericano.
Apuesta por la expansión
La Chile Week China 2023 es, además, una invitación a mirar más allá de Pekín y apostar a ampliar “el radio de promoción” de Chile, un país que ya es considerado como “un proveedor confiable con valor agregado, con la fuerte preocupación por la calidad e inocuidad”, remarcó Ángulo.
Shenzhen, por ejemplo, “se constituye como una puerta de entrada para productos chilenos” debido a su cercanía con Hong Kong. A su vez, el desarrollo tecnológico y científico de la ciudad china podría ser importante para cualquier tipo de startup de Chile, valoró.
La ciudad actúa como un importante hub para la Iniciativa de la Franja y la Ruta y destaca por tener el cuarto puerto más grande del mundo, un aeropuerto intencional y puertos terrestres más grandes de Asia, así como grandes autopistas para transportar carga y pasajeros.
Chengdú, por su parte, es la capital de Sichuan, la sexta economía provincial de China, y se ha posicionado como un centro financiero en la región. Shanghái, en tanto, destaca por tener el Producto Interno Bruto más grande de todas las ciudades chinas, así como el puerto más importante del país.
Una señal de importancia y continuidad
El evento coincide con la visita oficial del presidente de Chile, Gabriel Boric, al país asiático. El mandatario, que permanecerá cuatro días lejos de Santiago, liderará la inauguración del evento empresarial en Chengdú, participará del tercer Foro de la Franja y la Ruta, así como del Consejo Empresarial Chile China y mantendrá un encuentro con el presidente chino Xi Jinping.
Para Bórquez, la presencia de Boric refleja que el mandatario “ha ido adoptando una política de Estado con respecto a China y en esa línea se busca mantener continuidad”. El experto recordó que en el pasado los presidentes Eduardo Frei (1994-2000), Michele Bachelet (2006-2010 y 2014-2018) y Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022) también participaron en este tipo de actividades.
“Las relaciones entre Chile y China son bastante maduras”, valoró el analista, que consideró que este “gesto” significa que se utilizan este tipo de plataformas para seguir profundizando las relaciones.
En la misma línea, Ángulo opinó que la visita de Boric da “una señal de profundidad, de estatura al encuentro” y le otorga una “relevancia a lo que es la cooperación” con China en el marco del interés por la Franja y Ruta de la Seda
En 2018, Chile firmó un memorándum de cooperación con Pekín por la Iniciativa de la Franja y la Ruta (en inglés Belt and Road Initiative), siendo uno de los primeros de la región en sumarse al programa impulsado por el Gobierno de China para promover su comercio internacional, tanto terrestre como transoceánico.
Ambas naciones mantienen lazos históricos. En 1970, Chile se convirtió en el primer país de América del Sur en establecer relaciones diplomáticas con China y en 1999 el primero de la región en apoyar el ingreso del gigante asiático a la Organización Mundial del Comercio. Chile también fue pionero en firmar un Tratado de Libre Comercio con Pekín, que se mantiene vigente desde 2005.