Medios han reportado este domingo nuevos enfrentamientos entre los combatientes de las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, brazo armado del Movimiento de Resistencia lslámica Palestina (HAMAS), y las fuerzas israelíes en la zona norte de la Franja de Gaza.

A su vez, Ezzedin Al-Qassam ha asegurado en un comunicado que lanzó proyectiles de mortero contra vehículos israelíes que trataban de entrar en la región de Al-Waha en la ciudad de Beit Lahia, en el norte de la asediada Franja de Gaza.

“Nuestros combatientes sorprendieron a las fuerzas infiltradas en Beit Lahia, en el norte de Gaza, después de penetrar detrás de sus líneas y chocar con los sionistas”, se lee en la nota.

Informes apuntan a que los vehículos israelíes quedaron destruidos y un número de las tropas sionistas fue abatido.

El dilema de Israel: prolongar la guerra o enfrentar la ruina

Tras la “Tormenta de Al-Aqsa” que provocó la abyecta derrota del régimen israelí a manos de la Resistencia palestina, los oficiales militares sionistas están tratando de restaurar el mito de la invencibilidad del ejército israelí y recuperar el terreno perdido.

Después del ataque, precisa el comunicado, los combatientes palestinos lanzaron una andanada de granadas de mortero contra el puesto militar israelí de Erez en la zona.

El ejército de Israel ha enviado este domingo más tropas a Gaza, en el marco de su “ampliación de la actividad terrestre” en el territorio gazatí, tras la derrota que sufrió el viernes en su operación combinada contra el enclave costero.

Los combatientes de Ezzedin Al-Qassam han frustrado en los últimos días varios intentos del ejército israelí para infiltrarse en el enclave costero, infligiendo bajas a las filas del enemigo y destruyendo algunos de sus vehículos de combate, tanques y buldóceres.

Este mismo domingo, HAMAS ha alertado al régimen de ocupación de que enfrentará una “derrota mayor de lo que espera o teme”, si amplía su invasión terrestre en la Franja de Gaza.