La UCR, el partido del presidente que hace 40 años condujo la transición democrática tras la última dictadura, critica la “apropiación ilegítima” del nombre del mandatario
Dirigentes políticos de diferentes sectores homenajearon esta semana a Raúl Alfonsín, el presidente argentino que hace 40 años condujo la transición democrática después de la última dictadura militar. Su nombre, uno de los que concita mayor acuerdo en el país, se pronunció entre las filas de su partido, la Unión Cívica Radical (UCR), pero también se escuchó en boca de dirigentes de otras fuerzas. La UCR recordó al mandatario, fallecido en 2009, y reafirmó su posición de “neutralidad” ante la segunda vuelta electoral, que se definirá el 19 de noviembre entre el peronista Sergio Massa y el ultra Javier Milei. Massa lo invocó en actos proselitistas y destacó “su valentía, patriotismo y compromiso”, mientras que Milei lo volvió a atacar diciendo que fue “el peor presidente de la historia”. Su legado pasó así, esta semana, en el centro de la campaña electoral.
Alfonsín ganó las elecciones como candidato de la UCR, contrapeso histórico del peronismo, el 30 de octubre de 1983 con el 52% de los votos y asumió la presidencia a los 56 años. Durante su Gobierno, puso en marcha la Comisión sobre la Desaparición de las Personas (Conadep) y la justicia empezó a juzgar a los jefes militares de una dictadura que había durado siete años y dejado 30.000 desaparecidos. Pronto, sin embargo, se promulgaron dos leyes que impidieron seguir enjuiciando en el país a los represores, las llamadas leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Su gestión estuvo desafiada por levantamientos militares y sufrió el golpe de la hiperinflación; terminó poco antes de que se cumplieran los seis años que entonces marcaba la Constitución.
“Usted es el símbolo del retorno de la democracia”, le reconoció la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner años después, cuando lo homenajeó en 2008, a 25 años de su toma de posesión. Alfonsín, que tenía entonces 81 años, estaba ya enfermo y murió al año siguiente. Su legado quedó vinculado con esa transición y con una consigna que él mismo ajustó con los años: “Creo que con la democracia se come, se cura y se educa, pero no se hacen milagros”.
Este lunes, 30 de octubre, se cumplieron 40 años desde aquel triunfo electoral de 1983 y la UCR organizó un acto en el centro de Buenos Aires para homenajear al presidente que “recuperó la democracia para siempre”, según definió el líder del Comité Nacional del partido, Gerardo Morales. La segunda vuelta electoral entró, inevitablemente, en los discursos. “El radical que vote a Milei está traicionando el legado de Alfonsín”, avisó Morales, sobre el candidato ultra, un economista que niega el terrorismo de Estado de la dictadura. “Puede haber radicales que traicionen el legado de Alfonsín, pero no va a ser la UCR la que se preste a un salto al vacío”, agregó sin pedir tampoco el voto para Massa.
El líder del Comité Nacional del partido marcó así distancia con algunos sectores del radicalismo. La UCR atraviesa momentos de definiciones internas tras la primera vuelta de las elecciones. La coalición de centroderecha que integran, Juntos por el Cambio, quedó derrotada el 22 de octubre cuando su candidata, Patricia Bullrich, resultó tercera. Ella y el sector más duro de la coalición, que tiene como referente al expresidente Mauricio Macri, anunciaron entonces su apoyo a Milei. Fue una decisión unilateral que tomó por sorpresa al partido centenario. Algunos se alinearon con el acuerdo, como Luis Petri, compañero de fórmula de Bullrich, pero la UCR como partido lo rechazó.
La postura oficial del Comité Nacional de la UCR quedó expresada el pasado miércoles cuando se difundió en un comunicado que el partido “no acompañará a ninguno de los dos candidatos”, ni a Massa ni a Milei. Martín Lousteau, vicepresidente segundo del Comité Nacional radical, hizo el mismo llamamiento durante el homenaje a Alfonsín del lunes. “Unos quieren modernizar dejando a otros afuera. Otros quieren igualdad total sin crecimiento. No queremos lo uno ni lo otro. Queremos una sociedad moderna con igualdad”, dijo y agregó: “Viene una elección con candidatos que no nos gustan”.
Sin embargo, hubo un sector de radicales, cercanos al peronismo, que rechazaron la neutralidad y llamaron a votar por Massa. Ricardo Alfonsín, hijo del expresidente y embajador de Argentina en España, fue uno de ellos. “Milei es un peligro para la democracia”, justificó el diplomático, designado por el peronismo gobernante en 2020, en una entrevista con la agencia de noticias Télam. En cambio, señaló que la candidatura del peronista es “la oferta electoral que mejor concilia dos cuestiones centrales para un radical: crecimiento económico con sensibilidad por la justicia social”.
“Apropiación ilegítima” de los “símbolos partidarios”
El Comité Nacional de la UCR criticó este miércoles la “apropiación ilegítima” que “personajes disfrazados de correligionarios” hicieron de los “símbolos partidarios” de la UCR. El comunicado difundido en redes sociales llegó después de que exradicales cercanos al peronismo, como Leandro Santoro, excandidato a jefe de Gobierno de Buenos Aires por la alianza peronista Unión por la Patria, el diputado Leopoldo Moreau o el actor Nito Artaza, participaran de una cena con el candidato peronista y corearan la consigna “Massa presidente de la mano de Alfonsín”.
La alianza Unión por la Patria, que ganó en la primera vuelta con casi el 37% de los votos, necesita el apoyo de los radicales de cara al 19 de noviembre. Massa pidió esos votos la misma noche electoral, cuando llamó a los “miles y miles de radicales” que comparten con el peronismo “valores democráticos”. El domingo Massa invocó directamente a la figura de Alfonsín citando de memoria el Preámbulo de la Constitución argentina, como lo hizo el exmandatario en el acto del cierre de su campaña, y afirmó que Alfonsín “le puso luz a la democracia argentina después de años de oscuridad”. Además, destacó su “valentía, patriotismo y compromiso inquebrantable” y señaló que el país atraviesa “tiempos de evaluaciones sesgadas e injustas” hacia él.
La reivindicación que hace en estos días Massa y el peronismo de la figura de Alfonsín contrasta con los ataques del otro candidato a la Casa Rosada, Milei, que esta semana dijo que Alfonsín fue “el peor presidente de la historia” y tuvo una “faceta autoritaria”. El ultra también aseguró en el pasado que tiene un muñeco con la cara del expresidente radical para pegarle y se refirió a él como “el fracasado hiperinflacionario”. El ultra, que moderó su discurso tras la primera vuelta electoral, dijo en sus declaraciones más recientes que la “línea alfonsinista” de radicalismo, la “de izquierda”, es “parte del problema” en Argentina, mientras que la “línea nacional” es “parte de la solución” porque “es liberal”, señaló. Aunque con diferentes objetivos, todos han tironeado de su figura esta semana.