Politólogos argentinos analizan qué viene tras las primarias legislativas realizadas en las que el gobierno de Alberto Fernández recibió un duro golpe. El protagonismo del economista liberal Javier Milei fue una de las mayores sorpresas
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“Algo no hemos hecho bien para que la gente no nos acompañe”. El propio presidente de Argentina, Alberto Fernández, resumió así la contundente derrota que sufrió el oficialismo en las primarias para las elecciones legislativas de noviembre, donde la coalición gobernante Frente de Todos (peronismo de centroizquierda) obtuvo casi 10 puntos menos que la principal coalición opositora a nivel nacional. Tras el duro revés, el mandatario prometió ponerse a trabajar para “satisfacer las necesidades que no hemos satisfecho”
Fernández tiene motivos de sobra para buscar revertir la situación. Si las primarias eran consideradas una suerte de plebiscito sobre su gestión, el resultado fue claramente desaprobatorio.
El peronista Frente de Todos obtuvo apenas un 31,03% de los votos en las primarias, frente a cerca del 40,02% de la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio, del expresidente Mauricio Macri. Además, para este último bloque la cereza del pastel fue el ganar con una ventaja de cinco puntos en la provincia de Buenos Aires, tradicional bastión del peronismo y mayor distrito electoral del país.
Ante el resultado, la coalición gobernante teme ahora por su mayoría en el Senado y ve alejarse la posibilidad de obtener una mayoría en la Cámara de Diputados de cara a los comicios para la renovación parcial del Congreso que se realizarán el 14 de noviembre.
“El oficialismo queda muy debilitado, con el riesgo de que se tense aún más la coalición que gobierna. El mensaje es de cansancio social por la crisis económica, la pandemia y errores del propio gobierno”, dice a El Comercio Pablo Stefanoni, historiador y periodista argentino.
Agrega que si en noviembre se repiten estos resultados el gobierno perderá peso parlamentario y se ampliarán las opciones de la centroderecha de disputar el poder en el 2023. “La derrota es mayor considerando que esta vez el peronismo fue unido, a diferencia de elecciones anteriores”, explica.
Para el politólogo argentino Santiago Rodríguez Rey, si bien el mensaje que el país le dio al gobierno de Alberto Fernández es de una disconformidad muy grande, es importante enfatizar que Juntos por el Cambio, la principal fuerza opositora, “mantuvo su caudal electoral del 2019 casi intacto”.
En esa línea, Facundo Cruz, politólogo, consultor e investigador independiente argentino, considera que el resultado electoral del domingo tampoco representa una victoria descomunal para la oposición. “Obtuvo la misma proporción de votos que en el 2017 y en el 2019, con lo cual está en torno a su piso y no creció al respecto. La oposición tampoco ha salido de estas elecciones con un liderazgo nacional único”, dice a este Diario.
Apunta, además, que el mal resultado obtenido por el oficialismo se convertiría en una hecatombe electoral “si pierde la mayoría en el Senado en noviembre y no logra la mayoría en la Cámara de Diputados y también la pierde a manos de la oposición porque hoy en día ni el oficialismo ni la oposición tienen la mayoría”.
EL FENÓMENO MILEI Y EL VOTO JOVEN
En este escenario, todos los reflectores terminaron posándose sobre el economista “libertario” Javier Milei, quien se convirtió en una de las grandes sorpresas de las elecciones al obtener un 13,66% de los sufragios por la ciudad de Buenos Aires. El líder de la coalición La Libertad Avanza, considerado un ‘outsider’, fue el tercero más votado en esa urbe.
“Creo que el voto por Javier Milei representa, en primer lugar, un voto desencantado por la dirigencia política actual. Es un liderazgo disruptivo que logró conquistar porciones importantes del voto joven que está desencantado con la política actual, con la crisis económica, con la crisis de la pandemia. En segundo lugar, se debe recordar que esto no es un fenómeno nuevo en Argentina. El voto hacia Milei es un voto liberal concentrado en la Ciudad de Buenos Aires que ya tuvo expresiones exitosas anteriormente”, dice Facundo Cruz.
El analista explica que el voto liberal desencantado con la política representado en Milei incluso ha mermado a la derecha de Juntos por el Cambio, que había estado canalizando las preferencias del votante liberal. “Es una candidatura que participa por fuera de Juntos por el Cambio, que critica a Juntos por el Cambio y también al oficialismo, entonces Milei se convierte en un fenómeno, aunque yo tengo mis dudas de que esto sea sostenible en el tiempo”, agrega Cruz.
Arropado principalmente por seguidores jóvenes, Milei llegó a la contienda con un discurso provocador de derecha que apela a ideales libertarios. Su mensaje es considerado antisistema y está plagado de mensajes radicales e incluso violentos.
Para Santiago Rodríguez Rey, Javier Milei es un caso urbano muy interesante. Señala que se trata de un ‘outsider’, pero con un discurso liberal-conservador, un poco más reaccionario y más libertario al que se ha producido en otras elecciones. “Ahora, hay que resaltar que Milei es apoyado por un sector de la sociedad, en particular de la ciudad de Buenos Aires, que ya ha depositado sus votos ahí cuando esa oferta electoral ha aparecido. La diferencia ahora es que hay una preponderancia de jóvenes en este voto, muy probablemente como una respuesta contra el stablishment, que hoy en día es el kirchnerismo”, explica.
“Milei es por ahora un fenómeno de la Ciudad de Buenos Aires. Y una construcción muy personal, recibió sobre todo voto de protesta, contra los políticos tradicionales. Es una figura bastante excéntrica que difundió un discurso libertario de derecha”, agrega, por su parte, Pablo Stefanoni.
EL CAMINO HACIA NOVIEMBRE
Pero los expertos ven varios retos en el camino político de Milei y consideran difícil que logre mantener un apoyo estable y creciente en el tiempo.
Facundo Cruz considera que a Milei le va a costar salir de la ciudad de Buenos Aires. “Creo que hay un límite institucional y político para él y para que crezca su opción a nivel nacional en Argentina”, apunta.
Por su parte, Santiago Rodríguez Rey señala que “los retos de Javier Milei son tratar de que estos 13 puntos que ha obtenido en la ciudad de Buenos Aires se conviertan en su piso y no en su techo, y lograr de alguna manera que algunos votantes de Juntos por el Cambio trasladen sus votos y lo consoliden en un número más cercano al 20%”.
Además, enfatiza que es importante ver qué es lo que sucederá de aquí a noviembre con la participación electoral que el domingo fue de 67% en promedio a nivel nacional. “Normalmente en Argentina tenemos una participación del 80%. Hay 10 puntos que hay que ver a dónde irán y cómo”, agrega.