La “terapia de shock” prometida por Milei pasa por privatizar empresas del Estado y recortar un 15% el gasto público. Esto mientras continúa la devolución del préstamo de $ 44 mil millones otorgado el 2018 al entonces presidente Macri.
Javier Milei, líder de ‘La Libertad Avanza’, es el presidente electo en Argentina al obtener el 56% de los votos al 99% del escrutinio.
Tras conocer su ventaja sobre el oficialista Sergio Massa, el líder ultraliberal advirtió en su discurso que “no hay lugar para la tibieza” o “las medias tintas” en referencia a las profundas reformas estructurales que propone para Argentina.
Sin embargo, dado que Milei no obtuvo mayoría parlamentaria en los comicios del pasado 22 de octubre, se avizora un panorama de confrontación política y social para los próximos 4 años. En un contexto así, ¿sería posible que el economista de ultraderecha pueda impulsar las medidas prometidas a sus electores?
El desafío de la realidad
Las propuestas de bandera de La Libertad Avanza incluyen la dolarización de la economía argentina para reducir la inflación de 143% anual con una moneda estable, además una “terapia de shock” para equilibrar las cuentas, que pasa por privatizar empresas del Estado y recortar un 15% del gasto público.
Esto para apaciguar al Fondo Monetario Internacional (FMI), al cual el país se esfuerza por devolver un préstamo de $44 mil millones otorgado en 2018 al entonces presidente Mauricio Macri.
Milei ha asegurado también que acabará con “subsidios crónicos” al transporte, la energía y el agua, liberar los precios y eliminar los impuestos a la exportación.
Jimena Blanco, analista de la firma Global Risk Insight, señaló que la tan anunciada “dolarización” requerirá importantes reformas de la estructura de la nación argentina, mucho más si eso implica eliminar el Banco Central.
“El programa de gobierno de Milei requiere importantes reformas estructurales, especialmente si pretende cumplir con su promesa de dolarizar la economía y eliminar el Banco Central (…) Sin embargo, lo primero requiere dólares de los que el Banco Central carece actualmente, por lo que la probabilidad de una dolarización inmediata sigue siendo remota”, explicó.
No obstante, Milei considera que el proyecto es viable con los dólares que los argentinos tienen ahorrados en sus cuentas. Asimismo, su principal asesor económico, Emilio Ocampo, explicó en agosto último que la dolarización “es la alternativa que tiene menos probabilidad de fracaso”.
“Nuestra adicción al populismo nos llevó a no tener capacidad de tener una moneda estable (…), por lo cual se necesita una reforma monetaria dura”, indicó.
La oposición en las calles
Pero no es solo la confrontación esperable en los fueros políticos lo que afrontará Milei, sino también la fuerte movilización social que ya empezó a sentirse desde antes de su elección, como la llevada a cabo por sindicatos y organizaciones de base.
A estos, se añaden “un montón de colectivos anti-Milei que no existían hasta el 13 de agosto”, dijo a la AFP Iván Schuliaquer, politólogo de la Universidad Nacional de San Martín, en referencia a las elecciones primarias en las que el ultraliberal sorprendió al conseguir el mayor número de votos.
Además, Schuliaquer indicó que Milei asumirá con “una resistencia ya activada”, refiriéndose a organizaciones de derechos humanos, feministas, colectivos LGBT, ambientalistas e incluso clubes de fútbol que lo consideran una amenaza no solo para su propia subsistencia sino también para la democracia.
Por su parte, Gabriel Vommaro, politólogo de la misma universidad, teme las consecuencias de este escenario en un país donde cuatro de cada 10 argentinos son pobres y la mitad de la población recibe algún tipo de ayuda o subsidio.
“Milei trae consigo una situación de confrontación político-social que uno puede anticipar en un contexto de ajuste económico, sobre todo del gasto público y de los funcionarios públicos (…) Con, quizás, un camino represivo que no sabemos cómo puede terminar”, sostuvo.
¿Quiénes son los aliados políticos de Milei?
Cabe resaltar que La Libertad Avanza es un partido de muy corta data que entró al Parlamento en el 2021 con tres diputados, y ahora es la tercera fuerza política en una Cámara de Diputados en la que ningún grupo tiene la mayoría absoluta, pero donde el bloque peronista (centroizquierda) sigue siendo el dominante con 108 escaños.
En total, La Libertad Avanza cuenta con 38 diputados de un total de 257, y 7 senadores de 72.
Para ganar las presidenciales, Milei necesitó el apoyo de la coalición de centro-derecha Juntos por el Cambio, liderada por Patricia Bullrich, y el expresidente Macri. Esta compone la segunda minoría parlamentaria con 93 diputados. Sin embargo, este apoyo dañó la unidad de la coalición, que se dividió entre si apoyar o no a Milei en la segunda vuelta.
Milei tampoco tendrá el apoyo de los gobernadores, crucial en una república federal. Por esto, el presidente electo “deberá hacer concesiones que no pretendía hacer antes de las primarias”, dijo Schuliaquer.
Por otro lado, en el fuero internacional, el presidente electo tendrá que reconstruir puentes con socios clave con los cuales ha sido muy crítico, especialmente Brasil y China, los dos principales socios comerciales de Argentina.
“No hago pactos con comunistas. Soy un defensor de la paz, de la libertad y la democracia”, dijo Milei en su entrevista con el estadounidense Carlson Tucker en septiembre último.
Recientemente, explicó que esto no impide a los empresarios negociar directamente con ellos, sin intervención del Estado.