Pese a que Occidente pronosticó una dura situación económica para Rusia ante la ola de sanciones económicas promovidas desde Washington, la realidad demostró que dicha política fracasó, pues el país euroasiático registró incluso un incremento en sus ingresos por la venta de petróleo.
De acuerdo con un análisis de Bloomberg, los ingresos mensuales de Moscú por exportaciones de petróleo son mayores ahora que antes del conflicto ucraniano, lo que “pone de manifiesto el fracaso de las medidas” que buscaban afectar a Moscú.
Diseñadas para reducir la financiación de la operación militar rusa en Ucrania, las sanciones aprobadas hace un año incluía un tope de 60 dólares por barril para el petróleo ruso transportado por mar, 24 dólares por debajo del precio medio de mercado en los últimos 12 meses.
Sin embargo, lejos de mermar la economía rusa, las sanciones han fomentado, según Bloomberg, un lucrativo negocio para decenas de comerciantes y compañías navieras difíciles de rastrear, conocido como “la flota sombra”. Y es a través de estas embarcaciones que parte del petróleo ruso supuestamente sigue siendo transportado en todo el mundo.
“Entre el momento en que el petróleo sale de Rusia y el momento en que llega a los compradores se evaporan hasta 11.000 millones de dólares al año en petrodólares“, señala el portal.
La creciente importancia de esta estrategia comercial es evidente: este año ha movido cerca del 45% del petróleo ruso, de acuerdo con el medio estadounidense especializado en economía y finanzas.
“Los ingresos de Rusia procedentes de sus principales fuentes tributarias de petrodólares casi se duplicaron entre abril y octubre. Los ingresos petroleros netos de Rusia, de 11.300 millones de dólares en octubre, representaron el 31% de los ingresos presupuestarios netos totales de la nación para el mes”, indicó Bloomberg, basado en información del Ministerio de Finanzas ruso.
Esta cifra fue “la más alta desde mayo de 2022” y superó la de cualquier otro mes del año anterior al inicio del conflicto en Ucrania, que inicialmente provocó una enorme volatilidad en las exportaciones del país, apunta el análisis.
Eludir las sanciones occidentales
De acuerdo con Bloomberg, los propietarios de flotas nacionales y en la sombra movieron colectivamente más del 70% de los cargamentos de petróleo ruso en los nueve primeros meses de 2023, lo que permitió a Moscú mantener el control sobre sus exportaciones y aumentar progresivamente los precios.
El presidente ruso Vladímir Putin emprendió este 6 de diciembre una gira de trabajo por dos de las grandes potencias petroleras del mundo: Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. En su encuentro con los líderes de dichos países árabes, Moscú se comprometió a mantener sus inversiones en el Oriente Medio para brindar estabilidad al mercado energético mundial.
Incluso recientemente Politico nombró a Elvira Nabiúlina, gobernadora del Banco Central de Rusia, como “la persona disruptiva del año”, ya que en sus últimos 10 años en ese cargo, sus “políticas monetarias de línea dura han salvado repetidamente el rublo y mantenido a flote la economía del país”.
“[Nabiúlina] ha conseguido eludir los efectos de las sanciones occidentales sin precedentes, las cuales fueron diseñadas para vaciar las arcas del Kremlin”, afirma Politico.
A pesar de las sanciones, el Producto Interno Bruto (PIB) del país euroasiático creció un 4,9% en el segundo trimestre de 2023 respecto al mismo periodo del año pasado, según los datos del Servicio de Estadísticas de Rusia (Rosstat). Además, el presidente Putin aseguró que la economía rusa crecerá alrededor del 3% en 2023.