En Ampliación de Noticias, el secretario general de Transparencia consideró que uno de los principales problemas del ámbito político es la desconexión entre el Gobierno y el Congreso de la ciudadanía, lo que es un “problema muy serio” para la democracia.
Iván Lanegra consideró que existe una enorme desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones públicas
Iván Lanegra, secretario general de la Asociación Civil Transparencia, se pronunció respecto a la situación política al finalizar el 2023, así como a las brechas existentes que deberían ser abordadas a lo largo de este nuevo año, en aras de la institucionalidad democrática.
En Ampliación de Noticias, Lanegra Quispe consideró que vivimos un riesgo muy serio de retornar a una senda autoritaria similar a la que vivió el país en la década de los noventa.
“Estamos viviendo una nueva situación en que hay un riesgo muy serio de volver a recorrer una senda autoritaria (…) y eso debería alertarnos sobre por qué se deben mantener instituciones clave para la vida de la gente”, sostuvo.
Al respecto, indicó que la ciudadanía no tiene un “sentimiento de cercanía” con dichas entidades públicas, ya sea por desconfianza a todo el sistema democrático o por desconocimiento de su importancia.
“Creo que uno de los principales problemas es que la gente no tiene un sentimiento de cercanía con las instituciones (por) la enorme desconfianza con el Estado (…) Creo que eso es lo que tendríamos que cambiar, y ese paso empieza con un trabajo de pedagogía (…) sobre las funciones de estas instituciones”, refirió.
Desconexión del Gobierno y el Congreso con la ciudadanía
Lanegra aseveró que, en la actual situación política, resalta una desconexión de la ciudadanía con el Gobierno y el Congreso. Respecto a este último, ello se expresaría en que el trabajo legislativo gira en torno a intereses particulares y no ciudadanos.
“(Los partidos políticos) tienen capacidades muy limitadas, no están conectados a las demandas de la ciudadanía. Eso se nota en aquellos que están en el Congreso, donde la capacidad para representar intereses generales es muy pequeña, y más bien vemos la actuación en función de intereses, ya no de sectores sociales, sino intereses particulares concretos, inclusive propios”, acotó.
Asimismo, resaltó que a los parlamentarios ya “no les interesa” lo que la población exprese sobre ellos en las encuestas.
“Lo que hemos visto en los últimos meses son congresistas que señalan que no les interesa lo que la ciudadanía opine, que ellos tienen que decidir fuera de esas preocupaciones, y eso es un problema muy serio en cualquier democracia porque genera una desconexión entre la política y los ciudadanos”, sostuvo.
El secretario general de Transparencia consideró que las PASO “planteaban una posibilidad de establecer una reconexión con la ciudadanía a través de la intervención de los ciudadanos en la selección de candidaturas al Congreso”, por lo que su modificación por parte del Parlamento debería ser observada por el Ejecutivo.
“Es importante que el Ejecutivo observe esa ley y permita que el Congreso tenga una nueva oportunidad para reflexionar sobre esta situación que, a la larga, va a afectarlos a ellos mismos, ya que los partidos son los que más pierden si no recuperan la conexión con la ciudadanía”, subrayó.
“El único actor que tiene capacidad para ser un contrapeso efectivo al Congreso es el Ejecutivo, observando leyes (…) Lamentablemente, no lo ha hecho de la manera que corresponde y se siente que ha habido cierta complacencia en decisiones clave que han estado en juego”, agregó.
En esa línea, consideró que el mensaje de fin de año de la presidenta Dina Boluarte no tuvo “un mayor desarrollo de temas” y solo ha planteado “dos cuestiones que están en la agenda, que son la economía y la seguridad, áreas en las que el año que ha pasado no se ha visto muchos logros”.
“Claramente, el principal problema es la distancia que se ha abierto entre el Gobierno y la ciudadanía, que se muestra en las cifras de desaprobación del Gobierno y que se refleja en la falta de respuesta a problemas que han venido desde hace un año, como la muerte de decenas de compatriotas en situaciones en las que nadie ha asumido una responsabilidad política y que más bien se niega la posibilidad de asumir responsabilidades”.