Un número de ellas han sido detenidas, ha informado el rotativo y detallado que su rechazo a cumplir el servicio se produce en el contexto de la crisis que afectó a la formación tras la operación sin precedente palestina de Tormenta de Al-Aqsa, lanzada el pasado 7 de octubre, que llevó al secuestro y asesinato de un número de observadoras femeninas por el movimiento de Resistencia palestino HAMAS.

Además, su rechazo, según el informe, se debe a que altos comandantes del ejército israelí ignoraron sus advertencias en el período que precedió a la ofensiva palestina, e incluso antes de eso, y la mala reputación que se creó sobre las condiciones de servicio de las observadoras femeninas en ese lugar.

Según Ynet, el rechazo entre observadoras femeninas para cumplir el servicio ha aumentado desde octubre, lo que se ha convertido en un gran revés para el ejército israelí.

Días atrás, la radio oficial del ejército israelí reveló que varios reservistas del ejército de ocupación se abstuvieron a sumarse a los combates en Gaza. Según el medio, los reservistas hablaron de graves lagunas en su nivel de entrenamiento, pues se consideraron preparados para luchar dentro de los territorios ocupados, no en Gaza.

La elevada cifra de bajas del ejército israelí en los combates terrestres en el enclave costero ha aumentado además el temor entre los soldados y reservistas de la entidad sionista. A ello se suman miles de militares que han resultado heridos física y psicológicamente, muchos de ellos discapacitados.

El número de los soldados israelíes abatidos desde octubre supera los 548, entre los que 213 militares cayeron durante la invasión terrestre en Gaza, iniciada el 29 de octubre pasado. Esto mientras, los líderes de HAMAS aseguran que Israel oculta el verdadero número de sus bajas en la franja palestina, de modo que la cifra es más de la que anuncian.