En un informe publicado este domingo, el periódico británico Daily Telegraph, citando a una fuente anónima de Defensa del Reino Unido, ha indicado que el HMS Diamond, el destructor de la Marina Real estacionado en el mar Rojo, no tiene la “capacidad de disparar a objetivos terrestres”, porque carecen de los misiles necesarios.

Al desarrollar su postura, el medio indicó que el Ministerio de Defensa británico dijo que el HMS Diamond había estado “directamente involucrado en la destrucción exitosa de drones” yemeníes que apuntaban a barcos en el mar Rojo, mientras que, conforme a la fuente, los únicos sistemas de armas que funcionan en los destructores del Reino Unido son los cañones de artillería fijos.

De acuerdo con el medio británico, Londres se ha unido a Washington en la realización de operaciones contra las fuerzas yemeníes en un intento por detener los ataques a la navegación comercial en el mar Rojo, pero la Armada estadounidense ha tenido que llevar a cabo la mayoría de los ataques en el territorio continental yemení.

“Es claramente un escándalo y completamente insatisfactorio; El Reino Unido ahora tiene que volar aviones de combate británicos miles de millas para hacer el trabajo que puede hacer un misil tierra-tierra”, ha dicho la fuente citando a un ex alto jefe de defensa.

Esta noticia sale a la luz mientras Yemen ha intensificado sus ataques en apoyo de los palestinos contra embarcaciones propiedad de Israel o que se dirigen a los territorios ocupados en la vía fluvial estratégica.

Vídeo: Buque británico arde en llamas tras ataque de Yemen

La Armada de Francia difunde imágenes del petrolero británico Marlin Luanda, atacado por el Ejército de Yemen, en respuesta a los ataques de EE.UU. y el Reino Unido.

Desde noviembre, las fuerzas yemeníes han llevado a cabo varios ataques contra buques comerciales vinculados con Israel, con el objetivo de presionar a ese régimen para que detenga su guerra contra la Franja de Gaza, la cual ha dejado más de 26 000 muertos.

Estados Unidos, en coordinación con el Reino Unido y otros aliados, bombardea ciudades de Yemen, desde mediados de enero, en el marco de una alianza multinacional denominada Guardián de la Prosperidad que, como repite cada vez que lanza un ataque contra el país árabe, busca proteger la seguridad en el mar Rojo, una zona clave para el comercio internacional.

A pesar de los ataques estadounidenses, las Fuerzas Armadas yemeníes aseguran que sus operaciones contra barcos israelíes u otras naves con destino a puertos de la Palestina ocupada continuarán hasta que se alcance un cese del fuego en la Franja de Gaza.