En la entrevista que le concedió en las últimas horas al diario The Wall Street Journal, Javier Milei dio un elemento nuevo en el tipo de relación que pretende con la República Popular de China.
Si bien el presidente moderó su rechazo a relacionarse con la potencia asiática por su tirria a los comunistas insistió en que no interferirá en las relaciones comerciales, pero subrayó que no será “su socio estratégico”.
El elemento que aportó sobre su relacionamiento con el mundo no pasa desapercibido para el resto de los gobiernos porque en 2014 China y Argentina firmaron un acuerdo de asociación estratégica integral que seguiría vigente y que el presidente actual busca degradar.
Con el fin de reducir la dependencia de las exportaciones a China y a partir de la confesa vocación pro-occidental y la necesidad de potenciar las exportaciones argentinas, el nuevo gobierno parece decidido poner énfasis en las relaciones asiáticas con la República de la India, un país que en el año 2023 superó en número de habitantes de China convirtiéndose en la nación más poblada de la tierra.
Con 1.400 millones de habitantes y una pujante economía, India parece ubicarse como el país “de moda” del mundo actual. Y en Argentina viene explorando distintas formas de entrar. La primera fase fue a través del llamado “oro blanco”. Y no deja e ser llamativo el hecho de que ello se produce en el contexto de la rivalidad histórica y limítrofe entre Nueva Delhi y Beijing.
Una semana atrás, de la mano de la gestión del embajador en la Argentina, Dinesh Bathia, el Ministerio de Minas, firmó un acuerdo para que Khanij Bidesh India Limited (KABIL), y CAMYEN (Catamarca Minera y Energética Sociedad del Estado) empiecen a desarrollar una inversión de largo plazo U$S 24 millones en la exploración y futura extracción de litio en dicha provincia.
En un principio la inversión que se le anunció al gobernador Raúl Jalil (peronista) fue de US$ 4 millones para la primera etapa. Y se comenzará con la exploración y el desarrollo de cinco bloques de salmuera de litio, en Cortadera-I, Cortadera-VII, Cortadera-VIII, Cateo-2022-01810132 y Cortadera-VI. El área cubre en total aproximadamente 15.703 hectáreas en la zona de Fiambalá.
Tras el descubrimiento posterior de minerales de litio, también se han concedido derechos de explotación para la producción comercial.
KABIL, que se creó en 2019, va establecer una sucursal en Catamarca, y apostó a un proyecto para un período de cinco años. La idea sin dudas es competirle a China, establecida en el norte argentino de manera abigarrada, con otro concepto.
Señalan los indios por ejemplo, que mientras China lleva todo al yacimiento, incluso su propia mano de obra con las dificultades culturales de integración que tiene el caso, las empresas de la India contratan argentinos y se adaptan a todos los aspectos de la ley local.
Anteriormente hubo otro anuncio en Catamarca, puerta de entrada de los interesas indios mineros. Green ko, otra empresa del basto territorio indio, pero de origen privado y un capital de US$ 8.000 millones en el mercado de las energías renovables, firmó un acuerdo con el gobierno catamarqueño para exploración y explotación de litio en Catamarca y en un área de 8.000 hectáreas en la zona norte de Antofagasta de la Sierra
La extracción estará también destinada a la fabricación de baterías.
Con el acuerdo que hace dos décadas se negocia entre el Mercosur y Unión Europa, con el oscuro horizonte que presentan las protestas de los agricultores en Francia, la perspectiva de la canciller Diana Mondino es esquivar la relación con Beijing a través de estos mercados asiáticos como India, y Japón, adonde piensa viajar en marzo.
Probablemente, con esa perspectiva es que nombraron embajador en India a Mariano Caucino, un especialista en relaciones internacionales vinculado al PRO, escritor de varios ensayos sobre historia y política internacional y que en su momento se desempeñó como embajador de Mauricio Macri en Israel y Costa Rica.
La decisión de enviar por primera un embajador político a Nueva Delhi pareció buscar resaltar la importancia que la nueva dirección de la Cancillería busca imprimirle a la relación con India, un país de creciente relevancia en el escenario global.
Por regla general, las capitales interpretan que la designación de embajadores políticos refleja una vocación de un gobierno por enviar a un representante investido de características especiales que a veces carecen los diplomáticos de carrera, a menudo correctos y profesionales pero menos imbuidos de la lógica y las relaciones políticas de los gobiernos que los designan.
Actualmente, India exhibe orgullosamente una tasa de crecimiento económico formidable que ha llevado a muchos a sostener que el país atraviesa un tiempo en un punto comparable al que vivió China a partir de las reformas capitalistas introducidas por Deng Xiaoping desde fines de los años 70.
Actualmente India -al igual que países como Japón, Corea del Sur, Australia y otras naciones del sudeste asiático- integran la cadena de aliados con los que Washington busca “contener” el expansionismo chino. Lo que convierte a Delhi en un actor afín a la política pro-norteamericana que busca impulsar la diplomacia Milei-Mondino, quienes han colocado a los EEUU y a Israel como sus principales aliados.
El vínculo bilateral argentino-indio se ha ido consolidando en los últimos años al punto de que India se constituyó como el quinto socio comercial de nuestro país. El gigante asiático se convirtió en el principal destino de exportaciones de la provincia de Santa Fe y del Complejo sojero.
Desde 2019, a partir de un viaje oficial del entonces presidente Macri a Delhi, las relaciones entre ambos países se elevaron al nivel de Asociación Estratégica. En 2022 la India se destacó como el quinto destino de las exportaciones argentinas, siendo destino del 5,2% de la canasta exportadora nacional.
Más del 85% de las exportaciones argentinas a la India consisten en aceites vegetales.
Argentina sostiene su segundo superávit comercial más importante con la India, detrás del que nuestro país ostenta con Chile. En 2022 el superávit se acercó a los US$ 2.700 millones.