Las tropas del Kremlin avanzan en el frente y consiguen su principal trofeo desde la toma de Bajmut en mayo de 2023. El ejército ucranio toma la decisión “para evitar ser sitiados y preservar la vida” de sus soldados
Ucrania se retira de Avdiivka. En esta ciudad de la provincia de Donetsk, prácticamente rodeada por las tropas rusas desde finales de 2023, ondeará la bandera del invasor desde el anuncio en la medianoche de este sábado de la retirada de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Su comandante en jefe, Oleksander Sirski, lo confirmó en un comunicado en el que justificó su decisión “para evitar ser sitiados y preservar la vida” de los soldados desplegados. Se trata de la mayor victoria de las tropas rusas desde la toma de Bajmut, en mayo de 2023.
Cuentas militares ucranias en Telegram aseguran que en la ciudad se encontraban cerca de 5.000 soldados defensores. Esta semana hubo mensajes públicos de alarma por parte de las brigadas que resistían en Avdiivka confirmando que era imposible frenar al enemigo.
Sirski ha seguido ahora una estrategia diferente respecto al asedio ruso sobre Bajmut en invierno de 2023. Por entonces, el ahora comandante en jefe era el responsable del Ejército de Tierra. Siguiendo órdenes del presidente, Volodímir Zelenski, Sirski mandó resistir en la zona urbana de Bajmut hasta el último metro. Aquel objetivo requería concentrar buena parte del potencial militar ucranio en Bajmut, pero causó un número muy elevado de bajas y también dio margen de tiempo a Rusia para levantar fortificaciones en todo el frente. Esto es lo que permitió a los ejércitos de Moscú hacer fracasar la contraofensiva ucrania del pasado verano.
El frente este en Ucrania
Avdiivka es una ciudad colindante a la localidad de Donetsk, anexionada ilegalmente por Rusia. Tomar este municipio permite a las tropas invasoras reducir el riesgo de recibir fuego de artillería en Donetsk, ganando además un nuevo bastión para evitar una posible ofensiva ucrania en el futuro. Por el lado ucranio, la pérdida de Avdiivka es un paso atrás en el escudo de protección del sector oriental de la parte que mantienen bajo su control de la provincia de Donetsk, y más en concreto, de la ciudad de Pokrovsk. Esta urbe y Kramatorsk son los principales centros de la retaguardia ucrania en el frente de Donetsk. Avdiivka es también importante para la industria metalúrgica ucrania porque en ella se ubica la mayor planta de Europa de coque, combustible utilizado en altos hornos.
El ejército ucranio permanecerá en el perímetro de Avdiivka, donde en los últimos tres meses ha levantado nuevas líneas de defensa. Umerov también ha resaltado que las Fuerzas Armadas están trabajando para levantar mejores fortificaciones y frenar las ofensivas enemigas. Rusia se encuentra en el momento más fuerte desde los primeros meses de la invasión, con una clara superioridad en número de tropas, artillería, defensas antiaéreas y, sobre todo, en el control de la guerra aérea gracias a su flota de drones de ataque y reconocimiento.
Tropas ucranias en primera línea en Avdiivka ya vaticinaban a EL PAÍS el pasado noviembre que era muy difícil resistir el asedio ruso más allá de este invierno. Oficiales de artillería de la 47ª Brigada Mecanizada detallaron que en Avdiivka tenían 10 veces menos munición disponible que durante la contraofensiva de verano de 2023 en Zaporiyia. Una unidad de morteros de la 110ª Brigada Separada Mecanizada afirmaba que si en 2022 la diferencia de munición era de tres a uno favorable a los rusos, ahora es de ocho a uno. Precisamente los hombres de la 110ª Brigada han jugado un papel clave en las últimas horas para abrir un corredor seguro de evacuación de las tropas dentro de la ciudad, según han informado los Servicios de Inteligencia del ministerio de Defensa (GUR).
Diez veces superiores en artillería
El general Oleksander Tarnavski, comandante del sector de este frente, también ha emitido un comunicado en el que ha defendido que la salida de Avdiivka es la decisión correcta ante una superioridad de fuego ruso 10 veces superior a la ucrania, y con asaltos masivos de infantería “en los que sus soldados avanzan incluso pisando los cadáveres de sus compañeros”.
Tarnavskii también ha subrayado que sus tropas se han encontrado en una situación en la que no podían operar bajo un permanente bombardeo. El ministro de Defensa, Rustem Umerov, ha publicado una declaración en la que en el primer punto subraya que su ejército necesita más defensas antiaéreas para detener la superioridad rusa en misiles guiados, como los de crucero, lanzados por la aviación enemiga. Umerov también ha indicado que necesitan más tecnología armamentística de largo alcance para interrumpir la red logística del invasor y munición de artillería, tal y como ha pedido su presidente, Volodímir Zelenski, este en desde la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Los arsenales de los socios de Ucrania en la OTAN están bajo mínimos y la prioridad del Estado Mayor ucranio es racionar al máximo la munición. La otra urgencia de Kiev es poner en marcha de forma inmediata una nueva movilización masiva de tropas para relevar a centenares de miles de bajas, entre heridos y muertos. En la defensa del país han estado involucradas 880.000 personas, según datos oficiales de Zelenski, y el ejército cree necesario reclutar a 500.000 civiles. Esta movilización es motivo de descontento entre la población, porque cada vez menos personas están dispuestas a sumarse a los combates en un momento en el que el sentido de la guerra es sombrío para los intereses de Ucrania.
Rusia está avanzando, poco a poco, en el frente de Donetsk y en el de Járkov. El avance de las fuerzas invasoras es lento pero constante, porque cada pocos cientos de metros siguen la estrategia de levantar trincheras para asegurar sus posiciones. Los siguientes objetivos estratégicos rusos son las ciudades de Kupiansk (Járkov) y Chasiv Yar (Donetsk), dos municipios que por sus condiciones orográficas sirven de bastiones de defensa claves. La situación en ambas ciudades repite los mismos patrones que en otras ciudades asediadas por Rusia, también Avdiivka: la artillería y los misiles de los cazas bombarderos rusos se están ensañando con las líneas defensivas ucranias, pero también con el casco urbano. Mientras, Moscú acumula infantería en los flancos para una siguiente fase de asaltos constantes en los que, de nuevo, no prioriza la vida de sus soldados, solo el objetivo.