Uno de los principales problemas de las calles y carreteras en esta época del año, es el exceso de agua. Para hacer frente a este desafío, la compañía inglesa Tarmac desarrolló el Topmix Permeable, un hormigón de compuesto especial que permite absorber hasta 4.000 litros de agua en sólo 60 segundos.
Su mecanismo de acción es bastante sencillo, pues el compuesto del Topmix Permeable está dispuesto de una manera que le permite filtrar el agua a través de su estructura. Además, esto le permite almacenar el contenido absorbido, el que es eliminado más tarde por medio de evaporación. Esta característica permite al pavimento actuar como regulador de temperatura en la ciudad, evitando el fenómeno denominado “islas de calor”.
Esta tecnología podría ofrecer una importante alternativa para enfrentar eventos como la inundación que produjo el Río Mapocho en 2016 en Santiago, la que sólo en el Parque Titanium dejó daños por unas UF425.877.
La innovación no viene sólo del extranjero, pues en Chile también se están realizando avances al respecto. Por ejemplo, un equipo de investigadores de la Universidad Católica (UC) y la Universidad del Biobío (UBB) desarrolló un pavimento con compuestos que permiten acelerar su mantención. Se trata de un material que contiene asfalto reciclado y fibras de metal recuperados de desechos industriales, quienes permiten la mecánica del fenómeno.
“Se trata de materiales asfálticos que tienen la capacidad de autorrepararse, si se aplica radiación o un estímulo externo. Esto puede ser inducción magnética o microondas. La novedad que nosotros aportamos es que incorporamos elementos reciclados a este tipo de mezclas, eso no existía y nosotros lo desarrollamos”, explica Álvaro González, académico de Ingeniería y Gestión de la Construcción de la UC.
Y es que la mantención de calles y autopistas no es un desafío menor. Según estudios realizados por la Dirección de Vialidad, en Chile existen 82 mil kilómetros de caminos, de los cuales el 21% es de asfalto. Es por este motivo que cada vez más aumenta la importancia de este tipo de esfuerzos.
“Esta puede ser una muy buena técnica para aplicar en calles y carreteras de alto tránsito. El costo de cerrar una vía de este tipo es altísimo, por eso las mantenciones se deben hacer durante la noche. Aunque no se aplica a gran escala, este desarrollo debiese ser mucho más rápido y menos invasivo que una técnica tradicional. No sería necesario cerrar la pistas”, señala González.
En estos momentos, el pavimento que se autorrepara está en una etapa de inscripción de su patente y análisis de resultados. “Se están haciendo avances importantes en Chile, tanto en pavimento como en infraestructura, y se necesitan más oportunidades para hacer pruebas”, dice González.
Desde el campo de la biología también han surgido algunas iniciativas que buscan hacer frente a una mantención vial más rápida y eficiente. Este es el caso de un hormigón desarrollado por Universidad Técnica de Delft (TU), en Holanda, el que incorpora bacterias para autorrepararse.
La manera en la que funciona este biohormigón es bastante sencilla, pues se restaura al rellenar con caliza sintetizada por los propios microorganismos. Se trata de una idea que nació tras la observación de seres que generan carbonato de calcio, tales como los corales. De esta manera, se puede hacer frente a cualquier daño que exista en la superficie de una calle o carretera.
Para hacer frente a la mantención de calles y carreteras, es clave la eficiencia y tiempo. Es por este motivo que en la actualidad está ganando cada vez más importancia la aplicación de mezclas delgadas de alto rendimiento. “Tienen una funcionalidad que apunta más hacia un servicio al usuario, más que resistencia o estructura de pavimentos como solía ser en el pasado. Esto permite una mejor experiencia de viaje a las personas. Por ejemplo, se disminuye el ruido producto del contacto de los neumáticos y, además, se favorece la disminución del impacto que tiene la lluvia en la superficie”, destaca Juan Silva, asesor técnico de Probisa, compañía especializada en la fabricación de cementos asfálticos puros, entre otros.
Otra tendencia que se manifiesta en este sector tiene que ver con la habilitación de caminos rurales o de tierra. “Los supresores de polvo y los estabilizadores de suelo en caminos básicos. Estas técnicas se utilizan en accesos a comunidades o zonas periurbanas. En lugar de utilizar ripio, se utilizan mezclas de cloruro de sodio.
Es un material que brinda una excelente solución en cuanto a capacidad de soporte, superficie de rodado lisa y eliminación de polvo”, explica Ricardo Pérez, KAM manager de K+S Chile.