El índice de bancarización en el país fue de 87.1% al término de 2022, logrando un avance de casi 13 puntos porcentuales en los últimos cinco años; sólo un 18% de la población adulta bancarizada internauta prefirió el efectivo.
El dinero en efectivo podría pasar a la historia en Chile. El último informe anual sobre tendencias en medios de pago que elabora Minsait Payments reveló que el país sudamericano continúa liderando en los índices de bancarización a nivel latinoamericano con un 87.1% al término de 2022, logrando un avance de casi 13 puntos porcentuales en los últimos cinco años.
Estos avances se han traducido en el retroceso del uso de efectivo como medio de pago preferido en las compras presenciales. Solo un 18% de la población adulta bancarizada internauta (ABI) prefirió el efectivo, mientras que un 50% declaró que es la tarjeta de débito física, sostuvo el informe.
Esta última es la más alta de toda Latinoamérica e incluso es superior a países como España, Italia, Reino Unido y Portugal, que oscila entre 30% y 42% en estos mercados. En lo cuanto, a los pagos entre personas, el 39% de los chilenos prefiere la transferencia bancaria y un 31% quiere que sea en efectivo.
Chile también capitanea en la proporción de tarjetas de débito y prepago dentro de la población ABI con un 96% y 59% respectivamente. No obstante, el reto pendiente es masificar las tarjetas de crédito ya que solamente alcanza al 64%, número que está por debajo de Argentina y Brasil en donde alcanza a más del 76% de las personas.
Asimismo, la digitalización de los pagos entre la población ABI de Latinoamérica se ha acelerado en los últimos años. En Perú, México, Colombia y Argentina la mayoría de las personas declararon ser usuarios de medios de pago digitales desde hace tres años o menos, pero en Chile es una realidad que ya está familiarizada desde hace más de cuatro años, con un 66% de la población.
Minsait Payments explicó que los principales factores de la acelerada digitalización en medios de pago en la región se debe el gradual reconocimiento y autorización de nuevos agentes de la cadena de valor de los pagos; la progresiva consolidación de los terminales POS; la priorización de la interoperabilidad de los sistemas de pago por autoridades y agentes privados, así como el convencimiento de la potencialidad de los pagos inmediatos ante la ausencia de infraestructuras de pagos digitales bien asentadas en un contexto en el que aún persiste el reto de inclusión financiera.
Uno de los hallazgos del informe es que en Chile las personas quieren avanzar en medios de pagos digitales. Un 45% afirmó estar bastante o muy dispuesta a eliminar el efectivo en los pagos y un 57% planteó que solamente se realicen pagos con medios digitales.
De hecho, los chilenos son los que tienen más confianza y seguridad en los pagos electrónicos frente al efectivo. Un 73% señaló estar muy de acuerdo o de acuerdo en que este medio es más confiable que el efectivo, la mayor cifra en Latinoamérica.
En segundo puesto se ubicó Ecuador con 66% y en la tercera ubicación se posicionó Brasil con 60 por ciento. En línea con lo anterior, un 71% de los chilenos afirmó estar muy de acuerdo en pagar electrónicamente.