Fuentes gubernamentales indicaron que en esta prisión serán recluidos los criminales más peligrosos, al igual que en El Salvador. Una misión del país centroamericano arribará a Lima para asesorar al gobierno en su implementación
La presidenta Dina Boluarte ha dispuesto emular la ‘estrategia’ del líder salvadoreño Nayib Bukele contra el crimen organizado con la construcción de una megacárcel idéntica al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) del país centroamericano, una prisión autoproclamada como la “más grande de Latinoamérica”, pese a las denuncias de organizaciones que revelan graves violaciones de derechos humanos.
Según un informe difundido el viernes por Hildebrandt en sus trece, una “misión especial” de El Salvador arribará a Lima en una fecha no determinada aún para asesorar al Gobierno en la edificación e implementación de la cárcel, de modo que se asemeje lo más posible al Cecot que Bukele presentó la noche del 1 de febrero de 2023. Al igual que en ese país, el nuevo penal albergará a los criminales más peligrosos del Perú.
“Es un modelo que se quiere replicar en otros países. Algunos porque Bukele ofrece una suerte de faro programático para la derecha en América Latina (caso Argentina). Otros porque están desbordados por la criminalidad organizada y no existen modelos alternativos con igual de reputación de ‘efectivos’ (caso Ecuador). Finalmente, otros porque (como en el caso peruano) están desesperados por un poco de aprobación y legitimidad”, dijo al semanario el politólogo Rodrigo Barrenechea.
La megacárcel salvadoreña para albergar a 40.000 pandilleros condenados o detenidos en el contexto de la polémica medida del régimen de excepción se encuentra en la localidad central de Tecoluca, a más de 75 kilómetros de la capital San Salvador, y es un laberinto de concreto, hierro, asfalto y acero que custodian guardias penitenciarios y soldados desde torres con más de 15 metros de altura.
Para llegar hasta allí, es necesario cruzar dos controles de seguridad para vehículos y no está permitido la visita. El ministro de Justicia, Eduardo Arana, viajó la semana pasada al país centroamericano por invitación de Bukele, precisamente para conocer su sistema penitenciario y las estrategias que ha impulsado para luchar contra la inseguridad ciudadana.
“Yo he presentado mi informe al Consejo de Ministros y evidentemente hemos traído varias propuestas que oportunamente las vamos a anunciar y las vamos a compartir con la ciudadanía y la prensa”, dijo. Previamente, el premier Alberto Otárola ratificó que el Ejecutivo buscará replicar la infraestructura carcelaria de El Salvador, a la que calificó de “eficiente y moderna”, aun cuando enfrenta cuestionamientos internacionales.
“Si funcionan estos penales bien en otros países, pues hay que traer la experiencia y, lo decimos con toda sinceridad, esa experiencia es posible traerla”, declaró. El exministro del Interior y experto en temas penitenciario, José Luis Pérez Guadalupe, cuestionó con dureza que el Perú haya enviado a un integrante del Gabinete a “buscar un modelo a una dictadura”.
“Bukele tiene una cárcel: el Cecot. Y esta prisión no tiene absolutamente nada que ver con nuestro sistema penitenciario. No tiene patios, no tiene talleres laborales, no tiene escuelas, no permiten visitas familiares, nada. Ni siquiera la Base Naval tiene un régimen de ese tipo”, indicó a Hildebrandt en sus trece.