Según anunció el jueves en una sesión informativa, el subdirector del Centro ruso para la reconciliación de las partes en conflicto en Siria, el contralmirante Alexander Vadim Kulit, los ataques aéreos lanzados el miércoles desde las cercanías de Al-Tanf, en el sur de Siria, que forma triple frontera con Jordania e Irak, fueron llevados a cabo por cuatro aviones de combates israelíes tipo F-16 Sufa.

El alto mando militar detalló que cuatro cazas tácticos F-16 del régimen de Israel penetraron en el espacio aéreo sirio en la zona de Al-Tanf, ocupada por Estados Unidos, en la provincia de Homs, y atacaron la planta de procesamiento de mineral de fosfato en la región de Palmira. Dichas agresiones tuvieron como blanco una torre de comunicación y varias posiciones a su alrededor, además, dejaron un soldado sirio muerto y otros tres heridos.

“La cúpula militar siria decidió no utilizar sistemas de defensa aérea, ya que, en el momento del ataque de la aviación israelí, dos aviones civiles de pasajeros se encontraban en la zona de destrucción de los sistemas antiaéreos”, destacó Kulit, rechazando los informes basados en que el escudo antiaéreo sirio ubicado en las inmediaciones de Tadmor (Palmira) había tenido intentos fallidos en hacer frente a los proyectiles entrantes.

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Abusar de vuelos civiles, una táctica repetida israelí

No es la primera vez que el régimen de Tel Aviv usa esta táctica durante la guerra en Siria, es decir, abusar de vuelos de aviones civiles para realizar ataques aéreos. En febrero, un Airbus A320 con 172 pasajeros a bordo se vio obligado a abandonar el cielo sirio por un ataque israelí, realizando temporalmente un aterrizaje de emergencia en la base aérea de Hmeimim, operada por Rusia, antes de continuar hacia Damasco una vez pasado el peligro.

Además, el portal web IntelSky, que monitorea las actividades de la fuerza aérea del régimen de Tel Aviv en Asia Occidental, informó en mayo que las violaciones aéreas cometidas por Israel en el sur de El Líbano y cerca de Siria coincidieron con el vuelo de varios aviones de pasajeros de Catar sobre la misma zona. Este acto israelí expuso a los aviones civiles al peligro de ser alcanzados por la Defensa Aérea de Siria, añade el medio digital.

Desde el estallido del conflicto sirio en 2011, Israel apunta con frecuencia a objetivos militares o civiles en el país levantino a fin de frenar el avance del Ejército sirio hacia los escondites de las bandas radicales y terroristas; no obstante, en la mayoría de los casos, las unidades de la defensa antiaérea sirias han frustrado esas ofensivas.

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El ataque del miércoles se produjo pocos días después de que la defensa aérea de Siria frustrara una ofensiva israelí con misiles contra una base aérea militar, conocida como T-4 en la provincia de Homs, derribando la mayoría de los proyectiles disparados. El asalto aéreo hirió a seis soldados y causó daños materiales limitados en la zona.