Las importaciones chinas de cobre en bruto aumentaron un 2,6% en los dos primeros meses de 2024, mostraron el jueves datos aduaneros, al mejorar la demanda interna respecto al mismo periodo del año anterior, cuando acababan de levantarse las restricciones por pandemia.
Las llegadas de cobre en bruto y productos derivados a China, el mayor consumidor mundial del metal, fueron de 902.000 toneladas métricas en enero y febrero, por encima de las 879.000 toneladas del mismo periodo del año anterior, mostraron los datos de la Administración General de Aduanas.
China combina los datos de importación de enero y febrero en una sola publicación para suavizar el impacto de las fiestas del Año Nuevo Lunar, que caen cada año en uno de esos meses.
El crecimiento anual indica una mejor demanda interna en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando China acababa de eliminar sus restricciones por el COVID, dijo He Tianyu, analista de cobre de la casa de investigación de materias primas CRU.
Sin embargo, las importaciones de cobre se vieron limitadas por los elevados inventarios y el aumento de la producción nacional, añadió.
Las existencias de cobre supervisadas por la Bolsa de Futuros de Shanghái alcanzaron el viernes pasado el nivel más alto en un año.
Es probable que el consumo de cobre repunte a partir de mediados de marzo, a medida que los usuarios finales aumenten la producción tras las vacaciones del Año Nuevo Lunar y antes del verano boreal, cuando suelen realizarse tareas de mantenimiento.
Sin embargo, según los analistas, es probable que este año el consumo sea moderado debido a la ralentización del mercado inmobiliario, un usuario clave del cobre cuyos problemas también han contribuido a debilitar el crecimiento de la segunda economía mundial.
Las importaciones de concentrado de cobre ascendieron a 4,66 millones de toneladas en los dos primeros meses del año, un 0,6% más que un año antes y el nivel más alto de la historia en el mismo periodo, según datos aduaneros.
China es el primer productor mundial de cobre refinado y sus fundiciones han ampliado rápidamente su capacidad en el último año para adelantarse al previsible aumento de la demanda de cobre de sectores relacionados con la transición a la energía verde, como los vehículos eléctricos o la energía eólica y solar.
Sin embargo, la menor oferta de concentrados ha provocado una caída de las tarifas de procesamiento, pero se espera que se recupere en los próximos meses, según los analistas.