El partido de Liverpool y Manchester City se llevó toda la atención del mundo el domingo. La intensidad y calidad del juego se llevaron los aplausos de los aficionados de este deporte, que vieron enfrentados a dos de los mejores equipos del momento.
No obstante, el compromiso también estuvo envuelto en polémica. Sobre todo los minutos finales del partido, cuando la omisión del árbitro de un par de jugadas claves desató la rabia de los hinchas de Liverpool.
Específicamente, se trató de dos supuestos penaltis no cobrados sobre el final del partido. Dos jugadas polémicas en el tiempo de reposición, sobre todo una patada contra el argentino Alexis Mac Allister.
Tras el partido, una denuncia contra el árbitro Michael Oliver, encargado del partido entre Liverpool y Manchester City, enardeció todavía más la conversación en redes sociales.
La información la dio el periodista François Plateau, a través de X, quien dijo que, al parecer, Oliver y Manchester City han tenido negocios en el pasado.
Según el periodista, el árbitro recibió “remuneraciones” por trabajar como freelance en partidos amistosos que organizaron los dueños del City.
“Desde entonces, ha estado involucrado en múltiples decisiones difíciles que favorecen a Manchester City, club propiedad del jeque Mansour, vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos”, explicó el periodista.
Al respecto, ni la liga, ni Manchester City y, por supuesto, tampoco Michael Oliver, se han pronunciado sobre las denuncias del periodista. Sin embargo, la polémica y la suspicacia siguen aumentando en redes sociales.