El jueves por la mañana, más de 10,000 trabajadores de John Deere & Co. se declararon en huelga,la primera huelga importante para el fabricante de equipos agrícolas en 30 años. A nivel nacional, los sindicatos que representan hasta 100,000 trabajadores se han ido o amenazan con hacerlo este mes, en medio de las crecientes ganancias corporativas, una grave escasez de mano de obra y una creciente brecha de ingresos.
Después de años de disminución de la fuerza, los sindicatos están flexionando sus músculos colectivos en todo el país. En Michigan, Pensilvania, Tennessee y Pensilvania, 1.400 trabajadores de la planta de Kellogg’s están en la segunda semana de una huelga por horas extras forzadas en medio de las crecientes ganancias corporativas. Los trabajadores de la salud de todo el país también están caminando por la línea de piquete sobre el agotamiento alimentado por la pandemia y la escasez de personal. En California y Oregón, los sindicatos que representan a 38,000 enfermeras y trabajadores de la salud de Kaiser Permanente autorizaron una posible huelga después de que las negociaciones contractuales se estancaron. Las enfermeras han pedido aumentos anuales del 4% y más contrataciones después del agotamiento inducido por la pandemia y los bajos niveles de personal.
Las quejas de los trabajadores se han prolongado durante años, pero el COVID-19 las exacerbó. Muchos empleados esenciales de Estados Unidos han trabajado horas extras durante la pandemia, en condiciones en las que tienen escasez crónica de personal o están mal pagados. Mientras tanto, las ganancias corporativas se han disparado y la riqueza de los multimillonarios ha crecido un 62% en el transcurso de la pandemia.
“Estos trabajadores han tenido trabajos pésimos durante mucho tiempo, pero en gran medida no se veían y no tenían voz”, dijo Bryant Simon, historiador laboral de la Universidad de Temple. De repente, se convirtieron en trabajadores esenciales. “La pandemia los puso en el centro de atención”.
Más huelgas podrían estar en camino. En Hollywood, se estima que 60,000 trabajadores del equipo de producción de televisión y cine indicaron que harían huelga el lunes si no podían asegurar un nuevo contrato con la Alianza de Productores de Cine y Televisión, que representa las operaciones de transmisión de Walt Disney,Warner Bros. y Netflix. Demandas similares se están desarrollando con la Sinfónica de San Antonio, en la que los empleados autorizaron una huelga para oponerse a los profundos recortes financieros, y los tramoyistas en el Centro Kennedy en Washington, D.C., también prometieron golpear la línea de piquete sobre los recortes salariales y de empleos.
Los llamados a una “huelga laboral general” el 15 de octubre también han circulado ampliamente en TikTok, alentando a las personas a quedarse en casa del trabajo y evitar las compras para impulsar una agenda de salarios más altos, semanas laborales de cuatro días y más responsabilidad corporativa por el medio ambiente y la sostenibilidad.
La actual escasez de mano de obra y la Gran Resignación han comenzado a devolver el equilibrio de poder a los trabajadores. Las ganancias promedio subieron 19 centavos por hora en septiembre, y han subido $ 1 por hora más que el año pasado, o 4.6%. Un número récord de personas están renunciando a sus trabajos, un promedio de 4 millones al mes, alentados por muchas ofertas de trabajo y salarios más altos en otros lugares. El crecimiento del empleo en septiembre se desaceleró al ritmo más débil del año,y se estima que hay 10.4 millones de empleos sin cubrir, según las últimas estadísticas del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos. Eso les da a los trabajadores una nueva influencia en una huelga porque los empleadores tendrán dificultades para encontrar reemplazos si los empleados se marchan.
Las protestas de este mes parecen ser más una “ola de huelga” que un movimiento, dijo Simon en la Universidad de Temple. Señala a 1946, cuando los trabajadores trataron de salir adelante después del ritmo vertiginoso del trabajo y el sacrificio durante la Segunda Guerra Mundial. “Pero podría convertirse en un movimiento”, dijo.
“Los trabajadores están hartos, aniquilados, hechos y agotados”, escribió Robert Reich, ex Secretario de Trabajo de los Estados Unidos, en un artículo de opinión publicado en The Guardian. Ha estado tocando el tambor a una nueva narrativa de la escasez de mano de obra con su organización, Inequality Media. “Es una escasez de salario digno, una escasez de pago por riesgo, una escasez de cuidado infantil, una escasez de licencia por enfermedad pagada y una escasez de atención médica”, escribió. “A menos que se rectifique esta escasez, muchos estadounidenses no volverán a trabajar pronto”.
