El informe de la relatora de la ONU para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, que se presentará el martes ante el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, constata que hay “motivos razonables” para concluir que Israel está cometiendo un genocidio deliberado en la franja palestina de Gaza.

El documento de 25 páginas concluye que la entidad sionista perpetra de forma intencionada al menos tres actos genocidas definidos, tras analizar los patrones de violencia y las políticas de Israel en su ataque contra la bloqueada Franja de Gaza.

Estos actos genocidas son el “asesinato de miembros de un grupo”, “daños graves físicos o mentales a miembros de un grupo”, y “provocar en un grupo deliberadamente condiciones calculadas para su destrucción física parcial o completa”.

El texto titulado “Anatomía de un genocidio”, destaca que los ataques incesantes de Israel contra Gaza han dejado más de 70 000 heridos y el régimen de ocupación deliberadamente ha impedido la entrada de los suministros médicos al asediado enclave costero.

Según la nota, durante más de 5 meses de agresiones contra Gaza, Israel ha destruido 77 % de las instalaciones sanitarias, el 68 % de la infraestructura de telecomunicaciones o el 60 % de hogares e instituciones educativas.

Por ello, el reporte deja en claro que “de manera más amplia, las acciones de Israel están impulsadas por una lógica genocida esencial para su proyecto colonial en Palestina”.

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La relatora de ONU condena al régimen israelí por asesinar deliberadamente con drones a civiles en la Franja de Gaza, exigiendo “rendición de cuentas” a Israel.

Israel ha empleado 25 000 toneladas de bombas en Gaza

También, según el informe, las declaraciones de las autoridades israelíes podrían constituir genocidio que han reflejado en las alegaciones de otros israelíes como los líderes religiosos, periodistas, artistas, comentaristas políticos y otros actores.

En este sentido, algunas de estas declaraciones son: las afirmaciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, refiriéndose a los palestinos como “monstruos”; del presidente israelí, Isaac Herzog, culpando a toda la nación palestina de los ataques del 7 de octubre; o del ministro israelí de asuntos militares, Yoav Gallant, calificando al pueblo de Palestina como “animales humanos”.

“Llamadas a una violencia aniquiladora son dirigidas a tropas en servicio, lo que supone una clara evidencia de incitación directa y pública para cometer genocidio”, subraya el informe.

Además, el documento señala que Israel ha empleado 25 000 toneladas de explosivos contra Gaza, equivalentes a dos bombas nucleares.

Al final, la nota insta al Consejo de DD.HH. de la ONU un embargo inmediato de armas a Israel y urge a avanzar una investigación independiente de las violaciones perpetradas por Israel en Gaza.

También, el reporte insta a tomar medidas para garantizar la reparación de Gaza, incluyendo el pago total por parte de Israel y los países cómplices en este acto genocida.