El Servicio Federal de Seguridad, o FSB, señaló que el domingo detuvo a cuatro presuntos miembros de la célula en la provincia rusa de Daguestán, en el Cáucaso Norte.
La agencia alegó que los sospechosos detenidos en Daguestán estaban implicados en la canalización de fondos y el suministro de armas a quienes perpetraron el ataque contra la sala de conciertos en la periferia occidental de Moscú el 22 de marzo, matando a 144 personas en el atentado más mortífero en suelo ruso en dos décadas.
“Los militantes detenidos participaron directamente en la financiación de los autores del atentado terrorista del 22 de marzo contra el Crocus City Hall ide Moscú y les proporcionaron medios terroristas”, declaró el FSB en un comunicado.
Añadió que uno de los sospechosos detenidos en Daguestán había confesado haber llevado personalmente armas a los atacantes de Moscú.
El FSB difundió un video en que se veía a uno de los sospechosos diciendo que también habían planeado un atentado en la ciudad de Kaspiysk, en Daguestán. No estaba claro si las dos confesiones procedían de la misma persona.
La agencia dijo que los sospechosos son extranjeros, sin especificar su nacionalidad. Los presuntos atacantes de la sala de conciertos de Moscú detenidos horas después del asalto del 22 de marzo son ciudadanos de la nación centroasiática de Tayikistán.
La detención de cuatro sospechosos en Daguestán se produce tras el arresto de los cuatro presuntos agresores y otras siete personas acusadas de participar en el atentado.
Una filial del grupo Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad del ataque. El presidente ruso Vladímir Putin reconoció que los “islamistas radicales” perpetraron el atentado, pero señalaron —sin proporcionar pruebas— que Ucrania y países de Occidente estaban involucrados, pese a los rechazos enérgicos de Kiev.