La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha presentado sus previsiones macroeconómicas y fiscales para el corto y medio plazo. La auditora pública espera que la economía crezca un 2% este año, por encima de las proyecciones del Banco de España y del consenso de los principales servicios de estudios. El positivo dato del PIB contrasta con el claroscuro que ofrece la parte fiscal. Mantiene la previsión del déficit público en el 3%, y apunta a que el déficit será permanente y superará el 3% en el medio plazo. “Se agota el margen para reducir el déficit sin medidas adicionales”, explica la institución.
La singularidad de este nuevo informe que presenta la AIReF es que se realiza en un marco de recuperación de las exigencias fiscales de Europa. Su presidenta, Cristina Herrero, recalca que España avanza a ciegas: en ausencia de Presupuestos, sin objetivos de déficit ni deuda marcados, las arcas públicas carecen de una senda fiscal marcada para ajustar las cuentas.
La AIReF proyecta que el PIB convergerá en el medio plazo hasta su nivel potencial (1,3%, aunque estiman un avance del 1,5% en 2028), el déficit superará del 3% de forma estructural y la deuda permanecerá por encima del 100% del PIB en ausencia de medidas. “Serán necesarios ajustes para cumplir con el nuevo marco fiscal europeo”.
Sobre la aplicación de las reglas fiscales que se reactivan este año, la auditora pública espera que España incumpla la recomendación específica europea de aumento del gasto neto de ingresos. La Comisión Europea fijó este incremento del desembolso público restando las medidas de ingresos en el 2,6%, mientras la AIReF considera que el gasto se desviará 1,4 puntos, hasta el 4% del PIB. El desvío sería de unos 20.000 millones de euros, si se toma como referencia el PIB nominal de 2023.
“Existe riesgo de incumplimiento de la regla por la Administración Central, todas las Comunidades Autónomas y diez Corporaciones Locales”, explica. “Existe riesgo de incumplimiento de la regla por la Administración Central, todas las Comunidades Autónomas y diez Corporaciones Locales”, explica. Desgranando este balance de gasto neto de ingresos, la Administración Central aumentaría el gasto 6,8 puntos, las CCAA 5,7 puntos y los Ayuntamientos 3,7 puntos.
Con la senda desfavorable a medio plazo y las presiones al alza del gasto previstas, la institución reclama nuevos ajustes para cumplir con Europa. “Más allá de las consecuencias legales que pudieran derivarse del incumplimiento formal del actual marco fiscal nacional o de la recomendación específica [del gasto], un elevado crecimiento del gasto computable en 2024 implica un deterioro de las finanzas públicas a medio plazo en un contexto de elevada deuda pública que, además, elevaría el ajuste exigido por el nuevo marco fiscal europeo“, adelantan.
El déficit por subsectores que espera la AIReF apunta a una mejora de la Administración Central (-2,7% del PIB en 2024) o de la Seguridad Social (-0,3%), pero empeora el de las CCAA (-0,1%) y el de los consorcios (0,1%), respecto a sus previsiones de otoño. ¿Qué cambia desde entonces? Las mejores previsiones económicas y del empleo, acompañadas del positivo comportamiento de los ingresos fiscales y de las cotizaciones sociales, pero con un comportamiento decepcionante de la inversión productiva.
En todo caso, el escenario fiscal a medio plazo no es optimista y la AIReF asume un ajuste obligatorio por el peso del pasivo en las cuentas públicas, muy presionadas por el envejecimiento. “Si nuestro riesgo de sostenibilidad a medio plazo es alto, habrá que hacer ajustes sobre la deuda”, avisa su presidenta, Cristina Herrero. “Es muy importante las reformas que aprobemos ahora para extender el plazo de ajuste de cuatro a siete años“, declara. Esta jugada ayudaría a España a ganar tiempo y a moderar el ajuste: pasaría a ser un recorte del 0,4%, desde el 0,6% del PIB.
En un contexto de sorpresas tras la pandemia, por la resistencia de la economía frente a otros países o la mejora del empleo respecto a otras crisis, la inversión preocupa a los expertos. “La formación bruta de capital se mantuvo muy moderado y creció muy por debajo de lo esperado por la AIReF y el Gobierno”, indican. Según el organismo, “la debilidad que está mostrando la inversión es uno de los rasgos más destacables del patrón de crecimiento reciente de la economía” pese a los fondos europeos. La productividad también se mueve en niveles inferiores a 2015.
La economía se sustentará en el dinamismo del consumo privado, y también confían en los Next Generation para darle velocidad a la inversión. Con todo, el crecimiento previsto del 2% supera ampliamente al crecimiento esperado en la eurozona (0,6%). “Lo que va a tirar del crecimiento del PIB será el consumo nacional”, apunta la director de análisis económico, Esther Gordo. “Las tasas de ahorro aun altas y la afluencia de población ayudan a sostener el gasto de las familias”, explica.
Las buenas noticias llegan por el lado de los precios: los salarios crecen en línea con la inflación. El descenso de la factura energética está siendo más rápido de lo previsto por la corrección del precio de las materias primas en los mercados internacionales y, en concreto, por el gas. Aunque los servicios aun quedan marcados por sus precios más elevados.