En el ataque iraní contra Israel, Rusia utilizó también drones Shahed 136, desarrollados en Irán, para atacar a Ucrania, donde las sobrecargadas defensas antiaéreas hacen frente a esas ofensivas desde hace meses día tras día, mientras se espera un apoyo más decidido de los socios en el extranjero.
En la segunda ciudad más grande del país, Járkov, fueron derribados en la noche del sábado diez drones suicidas. Con ello la suma de drones que Rusia ha lanzado contra Ucrania en abril aumentó a 224, según el analista militar Oleksander Kovalenko. Kovalenko, como muchos ucranianos, ha notado las similitudes del ataque iraní con lo que Rusia está haciendo en Ucrania.
“Irán no tiene experiencia propia de grandes operaciones militares. Ha aprendido de la guerra rusa contra Ucrania, su ataque sigue una táctica similar a los ataques rusos”, dijo el analista.
Irán y Rusia han tenido dos años para ensayar drones Shahed contra Ucrania, según dijo Olena Galushka, cofundadora del Centro Internacional para la Victoria Ucraniana, en su cuenta de X.
El ataque iraní repite la táctica rusa de combinar misiles balísticos con drones iraníes que logran cada vez más superar sistemas de defensa antiaérea europeos y estadounidenses en Ucrania, según el Instituto para el Estudio de la Guerra de Estados Unidos.
“EEUU y sus aliados están ante un grupo de antagonistas cada mes más interconectados que se ayudan mutuamente y aprenden los unos de los otros“, constata el Instituto.
Kovalenko señala que el ataque es el resultado de que el mundo occidental ha cerrado los ojos ante “regímenes dictatoriales y terroristas” como Irán, Corea del Norte y Rusia, que desde hace años acumulan recursos, llevan adelante proyectos militares e intercambian tecnologías entre ellos. “Rusia y Irán cooperan estrechamente en el envío de armas y tecnologías“, aseguró.
“El sonido de los drones Shahed, una herramienta de terror, es el mismo en los cielos de Oriente Medio y Europa. Debe servir como una llamada de atención al mundo libre”, escribió el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
“Solo nuestra unidad y determinación pueden salvar vidas y evitar la propagación del terrorismo en todo el mundo“, subrayó, instando al Congreso estadounidense a “tomar las decisiones necesarias para fortalecer a los aliados de EEUU” en este momento crítico.
Muchos ucranianos no pudieron evitar comparar las acciones de sus socios en Ucrania e Israel y constatar cómo EEUU y otros países ayudaron al Estado judío a derribar misiles y drones.
“Mientras el ataque iraní fue repelido en gran medida por la Fuerza Aérea, nuestros socios nos dijeron durante año y medio que no necesitábamos modernos aviones de combate para defendernos de Rusia”, escribió Galushka.
Tras dos años del comienzo de la guerra a gran escala Ucrania espera todavía aviones F-16 y modernas defensas de sistema antiaéreos para neutralizar los misiles y los drones rusos.
Mientras los vecinos de Israel, Jordania y Arabia Saudí, ayudaron a repeler el ataque iraní, Polonia en marzo pasado no intervino cuando un misil estuvo 39 segundos en su espacio aéreo antes de golpear infraestructuras civiles en el oeste de Ucrania, subrayan varios comentaristas.
Ucrania, escribió Zelenski, necesita el apoyo de sus socios para parar el terror ruso y “proteger al mundo de la expansión del mal”. “Cada día de retraso en la ayuda trae más edificios y vidas destruidos”, subrayó.
Los drones iraníes siguen siendo una seria amenaza para Ucrania aunque en abril han sido interceptados 198 de 224. Según Kovalenko, Rusia usa nuevas rutas para esquivar la defensa aérea ucraniana, sobrecargarla y hacerla más vulnerable a ataques con misiles.
Rusia podría recibir menos drones si el conflicto entre Irán e Israel se intensifica, sugiere Kovalenko. Sin embargo, el desplazamiento de la atención global a la región podría perjudicar a Ucrania que necesita ayuda urgente ante los ataques rusos.
Si bien el Congreso de Estados Unidos podría actuar rápidamente para aprobar la ayuda militar a Israel, Ucrania corre el riesgo de ser olvidada, advierte Kovalenko.