Hay árboles en pie en la Tierra que ya daban sombra cuando empezaba la Edad de Bronce. Árboles que cohabitaron con mamuts y que llevaban casi 500 años de crecimiento cuando se acabó de construir la Gran Pirámide de Giza.
Entre este impresionante grupo arbóreo que ha visto levantarse y caer civilizaciones, se encuentra un ejemplar de la especie Fitzroya cupressoides, conocido como alerce. Enraizado en un parque nacional chileno, ostenta el título oficial de ser el ser vivo más antiguo de la Tierra. Este gigante, con sus más de 5.400 años de historia, ha sobrevivido a la tala y a los incendios forestales que acabaron con tantos otros, hasta convertirse en un coloso de 30 metros de altura.
El árbol vivo más viejo del mundo es un alerce patagónico milenario conocido también como lahuán (abuelo) por el pueblo autóctono mapuche. Se alza unos 30 metros sobre el suelo del bosque, con un tronco que mide aproximadamente 4 metros de diámetro. Esta especie de conífera pertenece a la misma familia botánica que las famosas secuoyas gigantes.
El alerce es siempre verde, manteniendo su follaje durante todo el año. Sus ramas son gruesas, y sus hojas perennes tienen forma de escamas delgadas. Comúnmente se le conoce como el ‘Alerce Milenario’ o el ‘Gran Abuelo’. Según estimaciones científicas, ha vivido alrededor de 5.400 años, lo que lo convierte en el árbol más antiguo del mundo y sitúa su crecimiento en una época en la que los seres humanos inventaron la escritura.
El Gran Abuelo fue descubierto en la década de 1970 por un guardabosques en la región chilena de Los Ríos. Cincuenta años más tarde, el nieto del descubridor ha sido uno de los biólogos que trabajó en determinar la edad del árbol, sintiendo una conexión muy personal con el ejemplar.
Para determinar la edad de un árbol, los científicos ambientales emplean la dendrocronología, una disciplina que estudia los anillos de crecimiento. Para hacerlo, extraen una muestra del núcleo del árbol utilizando un taladro. Posteriormente, examinan los anillos visibles en la muestra.
Luego, utilizan modelos estadísticos que comparan los anillos del árbol en cuestión con los patrones de crecimiento de otros árboles de la misma especie. Esta comparación les permite estimar la edad del árbol con precisión. En el caso del Gran Abuelo, los análisis indicaron con un 80% de certeza que tenía exactamente 5.484 años.
Este anciano alerce es endémico de los bosques subantárticos sudamericanos y se desarrolla principalmente en Chile, así como en una pequeña parte de Argentina. El Gran Abuelo habita en el Parque Nacional Alerce Costero, un área natural chilena que se encuentra a 800 kilómetros al sur de Santiago de Chile.
El Gran Abuelo y otros alerces de este parque prosperan en zonas muy húmedas con lluvias abundantes y suelos pantanosos que tienen un drenaje extremadamente deficiente. Estas condiciones únicas son esenciales para el crecimiento y la salud de los alerces, ya que prefieren entornos con altos niveles de humedad y suelos que retienen agua. La creación del Parque Nacional Alerce Costero hace 15 años fue un esfuerzo para proteger y preservar este hábitat crítico. Desde el año 1977, el Estado chileno ha declarado al Gran Abuelo como Monumento Natural.
En 2008, el Ministerio de Obras Públicas de Chile aprobó la construcción de una carretera que atravesaría el Parque Nacional, lo cual generó preocupación entre ambientalistas y científicos. En una carta enviada a la revista Science, destacaron los riesgos que esta carretera representaba para las especies del parque, incluyendo al Gran Abuelo. Finalmente, en noviembre de 2023, el Gobierno de Chile tomó la decisión de cancelar definitivamente el proyecto de obra.
Además, los efectos del cambio climático y el aumento global de la temperatura ha impactado negativamente en la salud y el crecimiento del Gran Abuelo, y los científicos han observado alteraciones en su desarrollo estable.