Un satélite chino logró detectar que estaba siendo vigilado por un dispositivo espía estadounidense y pudo cambiar su ubicación rápidamente, informó la semana pasada la revista Breaking Defence, citando un reporte de la compañía de seguimiento espacial Commercial Space Operations Center (COMSPOC).
El incidente tuvo lugar en julio de este año cuando el satélite de vigilancia estadounidense USA 271 se acercó al aparato chino Shijian 20 (SJ 20), pero los especialistas chinos “claramente detectaron” al intruso y “lo alejaron rápidamente”.
“[Los satélites] empiezan a hacer maniobras de calibración y son maniobras muy, muy pequeñas, por eso es difícil. Se trata de tener el sistema adecuado que pueda procesar y detectar aquellas maniobras pequeñas cuando estás tan cerca”, explicó Jim Cooper, jefe de vigilancia de la situación espacial en la empresa.
En ese contexto, Breaking Defence destacó que puede haber varias maneras de usar satélites que son capaces de moverse con precisión. “Hay cosas buenas que ocurren en el espacio hoy en día, que incluyen el servicio en órbita, el repostaje, la eliminación al final de la vida útil; este tipo de operaciones requieren que los satélites se acerquen mucho y en algunos casos se acoplen uno a otro”, indicó Cooper, agregando que la misma tecnología puede ser usada también para “cosas nefastas o amenazantes”.
Mientras tanto, el especialista militar chino Song Zhongping, citado por South China Morning Post, declaró que “no es difícil monitorear satélites” y que EE.UU., Rusia y China “son todos capaces” de hacerlo. El experto también recordó que el monitoreo no necesariamente sirve a objetivos militares.